Para el analista político de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP) Manuel Díaz Cid, el debate del pasado martes entre los candidatos a la presidencia municipal de la ciudad de Puebla no solamente fue muestra de países subdesarrollados, sino que fue “región 4”, y demostró que en Puebla y en el resto del país “estamos empantanados y atascados, pero además no hay un proceso de cambio que nos permita decir que mejoramos”.
Lo que encontraron los pocos ciudadanos que presenciaron el debate fue un encuentro excesivamente rígido en el que no se permitió el diálogo entre los aspirantes a la alcaldía poblana, por eso ratificó que la sociedad poblana está estancada en un esfuerzo que no se pudo mejorar, “solamente se cubrió un requisito y hubo muchas fallas en preparar el evento”.
Al asegurar que el debate del 17 de junio no cambiará la postura del alto porcentaje de ciudadanos que todavía están indecisos a 17 días de las votaciones, el especialista político aseguró que ese grupo de ciudadanos de la capital poblana seguramente se decidieron a apagar la televisión cuando vieron el arranque del mal llamado debate, por eso afirmó que seguramente no habrá un segundo debate.
Desde la perspectiva del politólogo de la UPAEP, en la presente contienda electoral y entre los aspirantes a la presidencia municipal no habrá un segundo debate porque será muy difícil que se animen, porque la idea de dar el salto al otro extremo y entrar en la dinámica de los dimes y diretes seguramente no la harán, “algo que a los ciudadanos seguramente les gustaría ver, pero un segundo debate tiene que ser de inmediato porque los tiempos de campaña ya son muy cortos”.
En la democracia actual, aseguró Díaz Cid, no se puede obligar a nadie a debatir, mas bien hay que motivarlos a que entren en esa dinámica porque solamente así se darán cuenta de la riqueza que tienen los debates, si se hacen de fondo; por eso aseguró que la sociedad debe lamentar el gasto tan importante que se realizó en el debate, para los resultados alcanzados.
A los integrantes de la sociedad actual, dijo Díaz Cid, les gustan las acusaciones y la confrontación, pero para hacerlo lo recomendable es que se presenten pruebas y de ninguna manera permitir que se viertan comentarios negativos sin el sustento formal para comprobar las acusaciones, por eso reveló que hasta el momento tiene dudas si decir que alguien ganó el debate, aunque hubo algunos aciertos de los candidatos de las dos coaliciones, pero al final la sociedad quedó frustrada porque esperaban cosas mejores.
Para el analista político de la UPAEP, el formato fue el punto más débil del encuentro que sostuvieron los candidatos a la alcaldía poblana, porque fue evidente “que no asistimos a ningún debate, que en su definición es un intercambio de palabras y de formas de ver la realidad”, por lo que ninguno de los tres aspirantes motivó el voto ciudadano.
Manuel Díaz Cid afirmó que aunque no se tiene la medición del rating que tuvo el debate del pasado martes, seguramente no muchos ciudadanos lo vieron y los que comenzaron a verlo no lo terminaron, pero además dijo que para lograr mejores encuentros entre aspirantes a cargos de elección popular la sociedad civil tiene un papel significativo, “porque es claro que la gente pide descalificaciones, pero en esta ocasión las propuestas no entusiasmaron y los candidatos no presentaron los cómo en sus proyectos de campaña.