Si la Cámara de Senadores da albazo a la aprobación de los últimos puntos de la Reforma Energética y si se repite la fórmula de la Reforma Educativa, que recibió aprobación vía fast track, el senador Manuel Bartlett Díaz dijo que en el país se agudizará un clima explosivo de inconformidad social, porque —desde su perspectiva— la apertura a la inversión extranjera en el petróleo interesa demasiado a los ciudadanos de México.

En su presentación dentro del foro sobre Reforma Energética, que organizó el campus Puebla de la Universidad Iberoamericana (UIA), el legislador federal dijo que, a diferencia de la Reforma Educativa, la cual sólo afecta al magisterio nacional, al final la aprobación en el Senado de la iniciativa de la Presidencia preocupa a todos los sectores de la sociedad mexicana, por lo que las movilizaciones en contra de la misma serán de mayor impacto de las que ahora organiza la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y algunos sectores del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).

Ante eso, reveló: “Se tocaron (en la Reforma Educativa) solamente los intereses de los maestros, pero aquí (son) los de todos los mexicanos y debemos de impedirlo y si no se arreglan los asuntos en el Congreso, porque no dejan que haya debate, porque sacan dictámenes de 70 hojas que nadie conoce y aprueban en media hora, seguirá anulado el Congreso en un sistema antidemocrático y en contubernio con las grandes televisoras”.

Sobre las posibilidades de un ambiente de explosividad en el país si se aprueba la Reforma Energética, el senador del Partido del Trabajo afirmó que sí puede presentarse: “Pero, claro, ustedes tienen que pensar en sus hijos, no quieren que estén a disposición de los norteamericanos que se van a apoderar de establecimientos y gasolineras, qué derecho tiene ese personaje de Peña Nieto en imponernos a los mexicanos la entrada de los gringos, todos debemos estar en desacuerdo y decimos no a esa reforma constitucional”.

Bartlett Díaz reveló que la reforma promovida por la Presidencia de la República para abrir el sector petrolero nacional a la inversión extranjera es traición a la patria y al patrimonio nacional, por lo cual, si las fracciones de los partidos Revolucionario Institucional y Acción Nacional replican la misma estrategia para aprobar la minuta por “mayoriteo” y sin debate real, generarán gran inconformidad, por lo que, más allá de promover consultas ciudadanas, exhortó a la sociedad a movilizarse de darse dicho escenario, que al parecer viene de esa manera, es decir, con la apertura al sector extranjero.

No es asunto de izquierdas
Para el senador del PT, evitar la reforma no es un asunto de izquierdas, sino de mexicanos, ya que la política es “entreguista” y muestra los muchos compromisos que el presidente Enrique Peña Nieto tiene con el capital extranjero, que Lázaro Cárdenas expulsó de México en 1938: “Es una traición a la patria y un oprobio que causará un daño irreparable para el país, en la soberanía y autosuficiencia energética”.

El llamado de Manuel Bartlett Díaz
“Se deben oponer abiertamente, el pueblo tiene que salir a la calle, tenemos que impedirlo; qué consulta ni qué consulta.”