Las amenazas constantes y sanciones cotidianas al transporte público generan incertidumbre y temor entre los concesionarios, quienes no se atreven a alzar la voz de protesta contra de la Secretaría del Transporte (ST).

En un sondeo hecho por Intolerancia Diario entre dirigentes y dueños de concesiones del transporte público, ninguno se atrevió a hablar, ya que para ellos decir algo en contra de la dependencia “sería como un suicidio”.

“Estamos viviendo tiempos de terror en el transporte público, nadie puede alzar la voz, nadie puede protestar, las sanciones están al por mayor y los actos de corrupción pululan”, dijo uno de los transportistas, quien pidió el anonimato.

“A quien se atreva a protestar o a hablar con la prensa, pues corres el riesgo de que mañana le decomisen su unidad con cualquier pretexto, todo a pesar de que se les da una mordida a los supervisores”, dijo otro de los concesionarios.

“No, no puedo hablar en contra de la secretaría, ¡cómo crees! Aunque estemos invadidos de corrupción por el señor Carlos Zurita (subsecretario del Transporte), mejor de lejitos, mejor pregúntenles a los supervisores de las mordidotas que les damos diario”.

Algunos de los transportistas señalaron que los supervisores tienen que llegar con una “cuenta” a las oficinas de la ST, la que es repartida con los directivos de primer nivel. “Eso siempre ha sido así y seguirá siendo, nada de que no hay corrupción”.

Indicaron que lo sucedido con la ruta Bicentenario es una muestra de la intolerancia hacia el transporte público, ya que sólo debieron quitar una unidad y no toda la ruta afectando a más de 60 familias.

“Si estaba mal toda la ruta, ¿porqué traían placas recientes?, es que ya habían pasado los procedimientos de reemplacamiento, lo que significa que estaba bien y si no es así, cómo es que reemplacaron”, dijo otro concesionario.

“Lo que pasa es que aquí, en el gremio, pensamos que se le vino una avalancha de críticas a la Secretaría del Transporte y para lavarse las manos pues cortó por lo fácil, supuestamente para quedar bien con la gente y el gobernador.

”Ahora, el gobernador dice que hay irregularidades en la concesión del Bicentenario, ¿por qué se dan cuenta hasta que hay una tragedia? Para mí que engañan las autoridades del Transporte al mismo gober. Eso es muestra de la corrupción que prolifera”, dijo finalmente el transportista, quien insistió en todo momento en mantener el anonimato.