Gracias a su credencial del Inapam fue reconocido el cuerpo inerte de María Rosa, que yacía tirada en la calle ante la mirada de decenas de curiosos, reporteros gráficos y conductores.

El 7 de junio de 2013 fue el último de los 68 años de María Rosa Andrade Rojas. Perdió la vida arrollada por un autobús, justo frente al Chedraui donde laboraba como empaquetadora y del que salía tras una ardua jornada de trabajo.

Como María Rosa, en los últimos dos años y medio, 41 personas perdieron la vida y 402 resultaron lesionadas en 191 accidentes de unidades del transporte público, según datos de la Secretaría del Transporte.

Con unos cuantos pesos en la bolsa, esperaba el microbús que la llevaría a su casa, en la colonia Tres Cruces, una de las de mayor marginación en la capital del estado. Desafortunadamente nunca llegó. El conductor de un autobús de la ruta Galgos del Sur invadió la banqueta y la envistió, arrebatándole la vida de manera inmediata.

Como si se tratara de una cifra más en sus estadísticas, las autoridades no dieron parte del accidente a los familiares y la noticia fue conocida hasta que, a las 7 horas del siguiente día, llegaron a la tienda a preguntar por ella.

Y aunque tenía a su cargo a su nieta, la tienda se desentendió y, ante la oscuridad que provoca la pérdida de un familiar, la luz brilló a través del apoyo de sus excompañeros de trabajo.

Aun cuando sus ganancias fluctúan entre los 20 y 50 pesos al día, los empaquetadores hicieron una colecta que, sumada al apoyo de cajeros y otros empleados, reunió 700 pesos que fueron entregados a la joven hija. 

A pesar de la gravedad del accidente, la concesión no fue retirada, como en ninguna de las nueve muertes que ha provocado el transporte público hasta agosto de 2013. Sólo el escándalo mediático del accidente de la ruta Bicentenario ha sido sancionado de esta forma.

Según especialistas, la administración gubernamental, por medio de la Secretaría del Transporte (ST), se ha enfocado en la mayoría del tiempo y recursos al sistema de Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA) o metrobús, olvidando los cientos de derroteros.

Las estadísticas
Las estadísticas señalan que cada dos meses tres personas mueren en accidentes vehiculares del transporte público. En ese mismo tiempo, cerca de 13 personas al mes sufren una lesión en estos mismos percances, al menos la mitad con daños que durarán toda la vida.

Tuvo que salir de la Secretaría del Transporte el ahora exsubsecretario Carlos Zurita García para darse a conocer estas cifras que se mantenían “bajo llave”, tras una solicitud de Intolerancia Diario por medio de la Ley de Acceso a la Información.

En un alcance de respuesta, ante un recurso de revisión ante la Comisión de Acceso a la Información, finalmente la dependencia respondió la solicitud 00252113.

En ella se detalla que desde febrero de 2011, cuando inició el actual gobierno de Puebla, hasta agosto de 2013, 39 personas han muerto en dichos percances automovilísticos de las distintas rutas; 16 fueron en 2011, 14 en 2012 y 9 hasta agosto de 2013.

De estos accidentes, 311 personas resultaron lesionadas, 158 en 2011, 120 en 2012 y 33 en lo que va de 2013

Ese fue el saldo de 191 choques, atropellamientos o distintos percances del transporte público, 95 en 2011, 74 en 2012 y 20 hasta agosto de 2013.

Si se toma en cuenta el número de lesionados en los siguientes meses hasta la fecha, las cifras llegan a 41 personas que han perdido la vida, con 402 lesionados en 194 accidentes.

Tan sólo tres accidentes han registrado gran número de víctimas, como fue el de la ruta Bicentenario, con 60 lesionados y un muerto; la ruta Puebla-Amozoc, con una docena de dañados y otro fallecido, así como el choque de dos camiones de la ruta San Ramón, con 19 lesionados.

Carlos Zurita llegó a la rueda de prensa donde anunció el retiro de la concesión de la ruta Bicentenario sin cifras de accidentes, sin embargo, aseguró que posteriormente se proporcionarían, ya que sí contaban con ellas: “No tengo ese dato en ese momento, pero me parece que hoy tenemos, como dependencia, primero que cuidar que se atienda correctamente a los lesionados”.

—¿Pero si tienen estadísticas de accidentes, muertos, etcétera?

—Sí, desde luego, hay una estadística, no la tengo en este momento. Con mucho gusto, a través del área de Comunicación Social, se la podríamos proporcionar.

Sin embargo, la información nunca llegó, solamente cuando fue despedido el funcionario.

La explotación
En un sondeo de Intolerancia Diario hecho a varios chóferes de rutas como Galgos del Sur, Mayorazgo, 1, 10 y 72, los resultados arrojaron las malas condiciones laborales que sufren, además de que ahora se aumenta la zozobra por perder sus empleos, ante el anunció de la segunda ruta del metrobús.

Los conductores —quienes pidieron el anonimato— señalaron que los concesionarios llegan a ganar diario entre los 650 y mil 800 pesos por las cuentas. Por eso se justificaron diciendo que la calidad del servicio es “pésima”, pero debido, en primera instancia, a la corrupción que impera en la ST y las altas tarifas que les imponen los concesionarios.

“La SCT ha permitido a los concesionarios la circulación de unidades ya deterioradas y con muchas fallas“, dijo un conductor de Galgos del Sur, unidad en malas condiciones para el usuario, como bancas rotas.

“Los únicos ganones serán los permisionarios, porque una vez autorizado el incremento, inmediatamente nos aumentarán la cuenta”, dijo un chofer de la ruta 10.

Aldo Erick Gallardo Arroyo, presidente de la asociación de discapacitados Vida Abundante, señaló se debe prohibir la “cuota” exigida a los chóferes, ya que ésta es la causa real de los cientos accidentes y muertes que ocasiona el transporte público. “El sistema de transporte es una fábrica de discapacitados, pero no es culpa de los choferes, sino de los concesionarios, ya que exigen 400 pesos por día al conductor, lo que obliga a drogarse para aguantar y correr”, dijo el activista.

En el mismo tenor se pronunciaron usuarios, quienes ya se organizan para hacer contrapeso a la exigencia de los concesionarios del transporte público y evitar el incremento de la tarifa del pasaje.

“Si las autoridades acceden al capricho de los transportistas, cerrarán calles y se movilizarán con el respaldo de comités”, dijo Aldo Erick.

El concesionario Arturo Romero García afirmó que un operador de microbús gana menos cuando el transportista no tiene la posibilidad de pagar más. “Definitivamente, un aumento beneficiará a toda la planta laboral”, es la excusa.

Asimismo, dio como ejemplo que un chófer gana menos simplemente cuando va a cargar el diesel, cuando podría obtener mayores dividendos: “Considerando que entregaran cuentas, ellos obtendrían menos dinero, no puede ser que un operador esté en contra del aumento”, afirmó Romero García. “Si llegas y pagas el diesel y te reduce por el aumento constante, ¿cómo pueden estar en contra?”.

El ejemplo
Ruta Loma Bella-Santa Anita (antes de La Resurrección):
Le exigen al chofer 3 mil 500 pesos diarios.
El chofer tiene que entregar al concesionario 2 mil 200 pesos.
Le pone mil para diesel al día.
El chofer se queda con 300 pesos si es un día común (un promedio de 700 pasajeros).
Se trabajan 16 horas diarias sin prestaciones laborales.
El recorrido de la ruta dura dos horas y seis minutos.
Checa cuatro veces al día.
Si se adelanta o atrasa, lo paran una vuelta.
Si se descompone la unidad por uso, lo paga el concesionario.
Si se descompone la unidad por mal uso, es culpa del chofer y lo paga.
Un permisionario llega a tener hasta 50 concesiones.
El entrevistado estimó que hay un grupo de 10 personas que tienen las concesiones de la ruta entera.
La unidad descansa un día a la semana.
En promedio, trabajan 25 días al mes.
Por unidad, los concesionarios llegan a ganar hasta 87 mil 500 pesos en promedio.
El permisionario con 50 unidades gana mínimo más de 4 millones de pesos mensuales.
El chofer gana 7 mil 500 pesos mensuales, si bien le val.
Fuente: USN

La radiografía
Muertos:
2011: 16
2012: 14
2013: 9

Accidentes:
2011:95
2012: 74
2013: 20

Lesionados:
2011: 158
2012: 120
2013: 33