Presidentes municipales del estado de Puebla mantienen un déficit de elementos policíacos en sus demarcaciones, reconoció el secretario de Seguridad Pública estatal, Facundo Rosas Rosas.
Ejemplificó que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) establece que debe haber un policía por cada mil habitantes; sin embargo, en municipios como Guadalupe Victoria, con más de 22 mil habitantes, solo había 10 policías en funciones.
Indicó que debido a este problema la Policía Estatal Preventiva está fortaleciendo la seguridad en regiones como la Sierra Norte y la Mixteca, para coordinar el trabajo de prevención del delito y no ser rebasados por la delincuencia.
Asimismo, indicó que mejorar los cuerpos policíacos municipales serán la prioridad para los próximos alcaldes, pues desde esta dependencia se estará trabajando de forma coordinada para exigirles que se cumpla con el número correcto de elementos policíacos municipales, para no estar en desventaja con las necesidades de cada región.
En el caso de Puebla, afirmó que no hay ningún problema y se está trabajando en coordinación con el ayuntamiento para enviar a los más de 200 elementos a juntas auxiliares y en otros casos los colocan en distintas labores.
“Están cumpliendo algunas funciones que ya venían desempeñando, para no desatender sobre todo en las juntas auxiliares, donde más estamos dando énfasis y los incorporaremos en otras donde más se requiera, lo que saben hacer y lo que han tenido de experiencia en el municipio”.
Caso Chietla
Pero el problema no solo es de número de elementos, sino de equipamiento y hasta de armas.
Por ejemplo, hace unos días, elementos de la Policía Municipal de Atencingo dejaron ir a un delincuente cuando que los amagó con una pistola, y es que los uniformados no contaban con armas.
El sujeto acababa de robar una casa habitación en la junta auxiliar perteneciente al municipio de Chietla, en la Mixteca poblana, según testimonios de los vecinos.
El delincuente, al verse rodeado, sacó su arma contra a los uniformados, quienes se quedaron parados sin hacer nada, para no ser lesionados.
Hace tres meses, el Ejército mexicano retiró las armas a los policías de Chietla, por no contar con los permisos correspondientes, y hasta hace unos los uniformados realizan sus rondines.
En Chietla existen 30 policías, 15 por turno, para una población de 30 mil personas, y siguen sin obtener el permiso para portar armas.
Tensa calma
Luego de los disturbios de la semana pasada en Guadalupe Victoria, donde se quemaron instalaciones del ayuntamiento y patrullas, el presidente municipal Felipe Cortés Hernández solicitó licencia y ahora es un misterio su paradero.
Mientras tanto, los cinco detenidos por los disturbios se presentaron ayer a una audiencia con el juez José Luis Ramírez Santos, enviado desde la ciudad de Puebla al municipio de Teziutlán exclusivamente para el proceso 155/2013/Serdán.
Ahí se rechazó la petición de la defensa para que pudieran enfrentar el proceso en libertad, por el contrario, el juez determinó que se mantendrán en prisión unos cinco meses, al señalar que con base en la información del Ministerio Público se encontraban armados, además de que las pruebas periciales llevarán un proceso largo por no existir laboratorios específicos en la entidad.
Mientras tanto, los pobladores siguen acusando de corrupción, de solapar al crimen organizado y de desvió de recursos al ahora presidente con licencia Felipe Cortés.
Hace unos días, a las puertas de Casa Aguayo llegaron por lo menos 20 pobladores y algunos familiares de los detenidos tras la revuelta ocurrida, y denunciaron la falta de seguridad.
Un grupo de jóvenes comentó que eran amigos de la última victima del hampa, cuya muerte desató los disturbios. “Le dieron un plomazo en la cabeza, qué hizo la autoridad que estaba ahí pues, cuando vieron mucha bulla de la gente, agarraron y se desaparecieron, no hubo apoyo de nadie”, dijo molesto.
“En realidad nunca hacen su trabajo, las patrullas están guardadas, los policías dicen que tienen un horario, que trabajan hasta las 7 de la noche, a las 10 de la noche ya están encerradas las patrullas.
”Ahora agarran a gente inocente, queremos justicia, que nos ayuden para que suelten a la gente inocente del pueblo, que agarren a los malos, en lugar de que agarren al que fue a matar, matan a la gente noble”, dijo Juan Tomás Hernández Sosa, persona de la tercera edad