Orgullosamente priista desde hace 36 años, Alberto Jiménez Merino se declara más que puesto para encabezar la dirigencia estatal del PRI. A disposición de su partido pone su capacidad de promover y articular desarrollo regional. Y, sobre todo, su lucha en defensa de los principios y las causas sociales que enarbola el tricolor: “Estoy puesto para dirigir al PRI. Toda mi vida me he dedicado a servir y trabajar por la gente. Una de mis máximas aspiraciones es tener una vida de servicio”.
Una prueba de ello, precisó Jiménez Merino, “es que estamos trabajando muy intensamente en la Cruzada Nacional Contra el Hambre, al frente de la delegación Puebla de la Sagarpa”.
En las últimas semanas, aseguró, “diferentes voces de militantes me han preguntado que si me interesa dirigir al PRI. Yo le es dicho que si mi partido me necesita estoy puesto y dispuesto para entrarle con pasión para fortalecer nuestro partido y afrontar los retos del corto y mediano plazo”.
Después de la última derrota electoral, aseguró Jiménez Merino, muchos militantes se fueron, otros más quedaron confundidos y dispersos. “Y como la política es esperanza, en el PRI todos caben; necesitamos ir a buscarlos, porque algunos se han ido porque no tuvieron alguna atención. Otros se han ido porque los invitaron a otra posibilidad mejor, pero necesitamos buscarlos, en estos momentos necesitamos a todos los priistas. Es tiempo de buscar a todos los priistas, de verificar y reafirmar lealtades”.
La nueva dirigente estatal del PRI, recomienda, necesita un plan de trabajo, de fortalecimiento “donde todos tengan oportunidades, que puedan hacer trabajo en favor de la sociedad y donde el espíritu de servicio se resaltarse”.
Desde su óptica, Jiménez Merino consideró que el nuevo dirigente tiene la tarea de articular y reintegrar a todos los priistas, para que en forma conjuntamente se recupere la confianza. Sobre todo, retomar las causas y los principios del partido.
“Buena relación con grupos priistas”
Mi relación con los diferentes grupos políticos es buena, hemos trabajado conjuntamente en diferentes momentos y en diferentes responsabilidades. Con los menos tenemos una buena comunicación, asegura el funcionario en los sexenios de Manuel Bartlett, Melquiades Morales y Mario Marín.
“Pero para mí es más importante la unidad que la uniformidad, es imposible tener contentos a todos, es imposible hacer que todo mundo piense igual, esa diversidad se debe convertir en una fortaleza, porque la diversidad es importante para la creatividad. Si todos tenemos claro que el propósito superior es fortalecer al PRI, cualquier interés colectivo será siempre superior a cualquier interés individual. Quien llegue a la dirigencia estatal tendrá que trabajar en ese sentido.
”Es probable que haya grupos de priistas que no quieran que Jiménez Merino llegue a la presidencia estatal del PRI, no todos podemos pensar igual, uno piensa que hace lo mejor pero el de enfrente no. Y mal haría tratar de pensar como uno”.