El gobierno estatal lanzó una ofensiva mediática rechazando, a pesar del “arsenal” mostrado por pobladores de San Bernardino Chalchihuapan, el uso de balas de goma.

Este fin de semana el gobierno estatal defendió su postura de que en el desalojo violento del pasado 9 de julio no se ocuparon balas de goma.

El sábado por la mañana, el secretario de Seguridad, Facundo Rosas, señaló en rueda de prensa que la dependencia a su cargo no compró dicho material.

Rosas exhibió una carta de la Sedena mostrándola como prueba.

En el mismo sentido, la tarde del domingo, el gobernador de Puebla y el secretario de Gobierno se reunieron para que en rueda de prensa —a la que solamente acudieron algunos directores de medios de comunicación locales— se ratificara la afirmación de Rosas.

El enunciado de los funcionarios estatales contrasta con los testimonios de los pobladores de San Bernardino Chalchihuapan.

Las afirmaciones gubernamentales contrastan con el armamento recolectado por los pobladores de San Bernardino Chalchihuapan, el cual ha sido mostrado a representantes de la CNDH y a medios de comunicación.

El pasado viernes 11 de julio, pobladores de San Bernardino Chalchihuapan mostraron a reporteros y fotógrafos, a las afueras del Hospital del Sur, el armamento ocupado por la policía estatal en el desalojo del 9 de julio.

Rosas leyó un comunicado: “A pesar, que desde un primer momento, se negó el uso de balas de goma durante el operativo, algunos medios de comunicación han continuado difundiendo que sí las hubo.

”Para aclarar cualquier duda se solicitó mediante el oficio SSP/06/09368/2014 un informe a la Secretaría de la Defensa Nacional, única autoridad responsable de vender tales municiones.

”La respuesta, en el oficio 28003, signada por el general comandante de la vigesimaquinta zona militar, fechada el día 18 de julio de 2014, confirma que durante la presente administración, la policía estatal nunca ha adquirido balas de goma.

”En conclusión, se confirma que la Policía del estado de Puebla no cuenta con balas de goma.

”Y por lo tanto, en lo que va de esta administración, nunca se han utilizado balas de goma en un operativo.”

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Intolerancia Diario retrató dicho armamento mostrado por los pobladores.

Al cotejarse el armamento con los manuales de armas de la empresa Defense Technology, se halló que los pobladores recolectaron granadas de gases CS y CN, granadas han-ball y granadas de tres fases triple chaser.

Las armas pueden ser comparadas fácilmente con los manuales de Defense Technology debido a los números que muestran en su exterior y a las leyendas en inglés de las granadas.

Entre las armas que presentaron los pobladores destaca la bala de goma de 12 milímetros con alerón estabilizador, que puede ser hallada en el manual de armas y en la página de Defense Technology: http://www.defense-technology.com/products.aspx?pid=3021
La munición corresponde a la mostrada por los pobladores de San Bernardino Chalchihuapan.

Cabe señalar que en las declaraciones externadas por la Secretaría de Seguridad Pública el pasado sábado no se detalló, a partir de las fotografías del armamento recolectado por los pobladores de San Bernardino Chalchihuapan, el armamento utilizado en el sitio del desalojo violento del pasado 9 de julio.

Cabe señalar que organizaciones como Amnistía Internacional han reprobado tanto el uso de balas de goma como el uso de gases lacrimógenos para dispersar protestas sociales.

En Barcelona, se creó el colectivo Stop Balas de Goma, debido a que la utilización de las mismas al ser disparadas de manera directa al cuerpo de las personas provoca lesiones en zonas sensibles del cuerpo como la cabeza, el cuello y los ojos.

Ciudadanos que han sido alcanzados por balas de goma han perdido algún ojo, reporta la agrupación catalana Stop Balas de Goma.

Las armas utilizadas
De acuerdo a testimonios, fotografías y artefactos mostrados por los pobladores, en el operativo del kilómetro 16 éstas fueron las armas utilizadas:

Bala de goma de 12 milímetros con alerón estabilizador
La bala de goma con alerón estabilizador está diseñada para fuego directo de despliegue, pero debe tomar en cuenta situaciones concretas de las personas a las que se van a disparar estas balas.

Su longitud es de 5.94 cm, pesa 5.8 gramos y viaja a una velocidad de 152 metros por segundo.

El proyectil alcanza una distancia de 10.7 metros.

Granada triple chaser
Consta de tres recipientes separados. Cuando se despliega, los botes se separan y aterrizan aproximadamente unos 6 metros de distancia, permitiendo una mayor área de cobertura en un corto período de tiempo.

Esta granada puede ser disparada por un lanzador o lanzada a mano.
El artefacto tiene tres tipos distintos de gas: CS, CN o el humo que producen compuestos “Saf-humo”.

Granada han-ball
Granada de uso en exterior que expulsa su carga útil aproximadamente de 15 a 20 segundos.

Esta granada tiene aproximadamente 1.6 onzas de agente activo, que es expulsado a través de tres puertos alrededor del ecuador de la pelota.

Debido al intenso calor generado por esta granada, no se debe utilizar dentro de un edificio o cerca de material inflamable.

La dispersión del gas es más rápida que con otras granadas. Y se recomienda su uso cuando sopla viento que pueda dispersar el gas.
Esta granada es útil para dispersar con rapidez el agente químico o humo en situaciones tácticas que requieren modificar las acciones.

Granada T-16-OC
Entre las granadas que se ocuparon se encuentran la T-16-OC, la cual debe ser ocupada únicamente para operaciones policiacas en espacios cerrados.

La empresa Defense Technology señala que las granadas T-16-OC sólo pueden ser ocupadas en espacios interiores, y advierte del comportamiento errático del armamento cuando se ocupa en espacios exteriores.

La empresa fabricante advierte que la granada no provee una cobertura suficiente en exteriores, a menos que se ocupen barreras o muros para confinar a las personas perseguidas.

La expulsión tiene una demora de 1.5 segundos, seguido de una submunición que activa mecánicamente un cartucho de CO2.

Heridas que provocan las balas de goma en los ojos
El daño que provocan las balas de goma a diversas partes del cuerpo ha sido documentado de manera extensa.

En el artículo “Ocular rubber bullet injuries”, por T. Lavy and S. Abu Asleh, publicado en el número 17 de la revista, se advierte la gravedad de las heridas de estas armas cuando impactan los ojos.

Minimizar las probables lesiones que causan estas armas debe ser una prioridad de las autoridades que permiten la utilización de este equipo.

Otros estudios, como el de Florian K.P. Sutter, del departamento de Oftalmología del hospital de la Universidad de Zurich, en Suiza, documenta los daños que estos artefactos “no letales” provocan en las personas. En el artículo “Ocular injuries caused by plastic bullet shotguns in Switzerland”, se argumenta que las probabilidades de herir a una persona en el cuello o en la cabeza al ocupar las balas de goma aumentan conforme los disparos se realizan a una mayor distancia.

Las probabilidades de herir a una persona en el cuello o en la cabeza son calculadas en este artículo, donde se dice que la probabilidad a una distancia de 20 metros es de 35%, 2% del que debería golpear los ojos; a 10 metros de distancia la probabilidad es de 50%, 4% de los cuales puede golpear los ojos, y a 5 metros de distancia la probabilidad es de 80%, con una probabilidad de 9% de golpear los ojos.

Diversos manuales señalan que el uso de balas de goma sólo pueden ser disparadas debajo de las rodillas como armas de inmovilización.

En la región de Cataluña se creó el movimiento Stop Balas de Goma, una campaña para frenar el uso de las balas de goma.