El nuevo programa social Prospera, impulsado por el presidente Enrique Peña Nieto, cuenta con los “candados” necesarios para lograr que todos los apoyos que se entreguen queden fuera de la arena político-electoral, afirmó el subsecretario de Prospectiva, Planeación y Evaluación de la Sedesol federal, Juan Carlos Lastiri Quirós.
Agregó que Prospera, al igual que cualquier programa de impulso social, permite que los ciudadanos denuncien a los funcionarios que pretendan hacer mal uso de los recursos en temporadas electorales.
Detalló que el cambio de Oportunidades a Prospera no sólo fue nominativo, pues con el nuevo proyecto se deja el tema asistencialista para dar paso a un apoyo totalmente productivo.
Por primera vez, aseguró, se tiene un sistema de beneficiarios que es público: “Antes los padrones se escondían, pero hoy los pueden conocer todos los ciudadanos que reciben algún beneficio”.
El funcionario federal recordó que todos los apoyos que se entregarán dentro de Prospera están perfectamente identificados con los logotipos oficiales, por lo que no existen riesgos que puedan ser usados con finalidad política rumbo al proceso electoral que vivirá el país el próximo año.
Lastiri Quirós reveló que dentro del paquete económico del 2015 se esperan 75 mil millones de pesos para el programa federal Prospera, que serán destinados para los 32 estados del país, aunque aclaró que todavía no tienen los datos económicos concretos para el estado de Puebla.
En el estado de Puebla se prevé que el programa Prospera supere las 400 mil familias que eran apoyadas dentro del anterior esquema de apoyo social Oportunidades.
Aunque la cifra nacional dependerá del censo de levantamiento que se realice en las viviendas, se plantea que de 6.1 millones de personas beneficiarias pase a casi 7 millones de habitantes.
Lastiri Quirós aclaró que la cantidad de personas que ingresarán al programa federal lo determinará la condición de pobreza que se detecte en los diferentes municipios, aunque detalló el gobierno de la república estará enfocado en el combate de la pobreza en regiones urbanas.
Explicó que de acuerdo a cifras del Coneval el 60 por ciento de la pobreza está concentrada en las ciudades, por eso dijo que se enfocarán en esas regiones, para abatir el rezago económico que prevalece en el país.
Prospera se convertirá en el pilar fundamental de la Cruzada Nacional contra el Hambre y exigirá los mismos requisitos que el desaparecido programa Oportunidades, cuyo requisito básico es coadyuvar con las familias que tienen hijos en la escuela y que se ubican por debajo de la línea de la pobreza.
El subsecretario de la Sedesol dijo que al día de hoy tienen ya 502 familias activas dentro del padrón de apoyos en Prospera, aunque cada año se lleva a cabo un levantamiento y la encuesta nacional, que les permita tener la actualización de los datos de familias que se ubican debajo de la línea de la pobreza.
El compromiso
La Presidencia de la República, afirmó Lastiri Quirós, ratifica su compromiso de fortalecer el programa de apoyo a las familias más necesitadas, por eso se rediseñó el programa Oportunidades y se convirtió en Progresa, avalado por organismos públicos y particulares del país, además del respaldo del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo.
La nueva propuesta del presidente del país, Enrique Peña Nieto, dijo el subsecretario de la Sedesol, agrega las becas para la educación superior, que contiene 23 mil apoyos en el país, para que los jóvenes en condiciones de pobreza puedan estudiar la universidad, una carrera técnica, estudios superiores no escolarizados o, en su caso, profesionalización para el trabajo.
Lo que se busca es la incorporación efectiva laboral, para que tengan las herramientas necesarias para desarrollarse y consolidar un ingreso propio, por eso el programa pasa de ser asistencialista a productivo, que incluye la articulación de los 15 programas de la Sedesol, basados en una propuesta piloto de la ONU: “Con eso buscamos romper el círculo de la pobreza”.
Lastiri Quirós aseguró que los tres ejes de Prospera son la inclusión financiera, el ahorro y que las familias estén aseguradas. Los nuevos componentes consideran que si los jóvenes no logran terminar la carrera puedan ingresar de manera directa al Servicio Nacional de Empleo o al programa Bécate, para que de manera inmediata se conviertan en ciudadanos productivos.