Alejandro Armenta Mier, como dirigente del Partido Revolucionario Institucional, había ganado de calle la elección federal del 2009. Los bonos del priista habían crecido como la espuma.

Pero la dirigencia estatal de Armenta-Hernández Medina vivieron el desgaste del proceso interno priista donde la cúpula marinista impulsó a Javier López Zavala.

En un corto periodo de vida política Armenta Mier vivió las dos caras de la moneda. El triunfo en el 2009 y la debacle en el 2010.

Al dejar la dirigencia estatal Armenta se curó en salud: “La arrogancia mató al PRI” dijo en su discurso el líder saliente.

Alejandro Armenta Mier hizo una mea culpa pública, al despedirse de la dirigencia del tricolor. Armenta, un poco tarde, descubrió que la elección del 2010 para Puebla era de “alta competencia electoral.”

Al menos en su último informe de actividades, el dirigente saliente, Alejandro Armenta Mier reconoció los yerros del PRI en la pasada elección electoral, la soberbia priista que minimizó el frente opositor de los cuatro partidos políticos a quien pomposamente los llamó la mezcla del “agua del aceite”.

Ante cientos de priistas en el Centro Mexicano Libanés, el otrora dirigente del PRI, que se jactaba de las “incongruencias” de la alianza opositora aceptó públicamente la miopía priista ante la oleada opositora.

Un Armenta que olvidó sus precipitaciones verbales salió a dar la cara ante los priistas, y en su acto de contrición público aseveró:
“No comprendimos que era una elección de alta competencia electoral, en la que se requería alta precisión operativa en todos los frentes de campaña.”

El 8 de noviembre del 2010 en el Centro Mexicano Libanés Armenta confesó los errores priistas: “(...) nosotros sobredimensionamos la magnitud de las victorias electorales de 2007 y 2009. Estas fueron consideradas como la recuperación a perpetuidad de la legitimidad y confianza de la ciudadanía; en consecuencia, no comprendimos que era una elección de alta competencia electoral, en la que se requería de una estrategia de gran precisión operativa.”

Los delegados

Del 2010 a la fecha, el PRI ha tenido hasta 4 delegados.

Armando Ballinas Mayés, quien llegó en el 2010. Luego, Ranulfo Márquez. Posteriormente, echado para adelante y con bravatas verbales, el 
colimense, Fernando Moreno Peña, quien cargó con la derrota priista del 2013.

Ahora, la senadora Angélica Araujo, quien despacha desde el Senado y esporádicamente viene a Puebla.

El opositor, Moreno Peña

Fernando Moreno Peña acusó la intromisión de Rafael Moreno Valle en la elección del 2013:

“Es muestra de desesperación. Están desesperados. El señor gobernador tiene que abanderar la planilla tiene que darle el visto bueno Tiene que salir en la foto, tiene que tapar que la coalición de derechos humanos le dio palo en la rueda de la fortuna no porque dé vueltas sino porque cuesta una fortuna.”

El colimense cargó con la derrota del tricolor el año pasado. Pero a diferencia de los delegados sumisos mostró la veta opositora y crítica en su partido.

El 20 de marzo del 2012, el veracruzano, Ranulfo Márquez, dejó de ser delegado del PRI.

Al PRI no le duran los delegados

La era del delegado Ranulfo Márquez acabó en el PRI.

El político Ranulfo Márquez ni siquiera un año se sostuvo como delegado del PRI en el estado de Puebla. Ranulfo Márquez llegó el 30 de marzo del 2011 proveniente del estado de Veracruz donde había sido dirigente estatal del PRI y ahora deja el tricolor en Puebla en medio de impugnaciones de los precandidatos a distintos distritos.

El 11 de octubre del 2010 llegó a la dirigencia del PRI el delegado Armando Ballinas Mayés, proveniente del estado de Michoacán.

Ballinas duró en el encargo de delegado apenas seis meses, dejó su cargo para incorporarse a la campaña priista en el estado de Michoacán.

El político veracruzano ya había realizado actividades políticas en Puebla; en el siglo pasado, en 1973, Márquez fue también delegado de una elección juvenil priista en Tehuacán.

Durante la gestión como delegado del PRI de Ranulfo Márquez la bancada priista legisló sin contrapesos.

Los diputados aprobaron en el Congreso Local todas las iniciativas presentadas por el Ejecutivo del Estado, a pesar de que el titular del poder ejecutivo pertenece a un partido distinto al tricolor, y que en la campaña electoral del 2010 el PRI realizó severos señalamientos al abanderado emanado de una coalición política amplia y a sus proyectos de gobierno.

Las dirigencias del tricolor en el municipio

Claudia Hernández Medina e Iván Galindo llegaron a la dirigencia municipal luego de acuerdos entre los aspirantes a la misma. Se trató de una fórmula de unidad consensada entre los aspirantes para el período 2011-2014.

Claudia Hernández Medina pidió licencia en la dirigencia municipal para competir por una diputación local que a la postre perdió.

Germán Hickman fue dirigente municipal del PRI durante algunas semanas en remplazo de Hernández.

Pero Hernández Medina retomó la dirigencia del Comité Municipal del PRI luego de concluir la licencia temporal solicitada.
La dirigencia municipal fue electa por un periodo de tres años, que inició en diciembre de 2011.

Iván Galindo Castillejos ingresó a la comuna como regidor electo.

En el mismo orden, Ambrosio Corona fungía como Secretario General del PRI municipal.

Sin embargo, Hernández Medina dejó el cargo, por segunda ocasión, pero ahora de manera definitiva para integrarse al RENAPO.

En su lugar, por prelación quedaron como dirigentes Ambrosio Corona y Juan Carlos Trejo.