La maestra Aurora Berlanga Álvarez, directora del Departamento de Arte, Diseño y Arquitectura de la Ibero, al iniciar el XI Foro de Derechos Humanos de la Ibero, hizo el pase de lista de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala, Guerrero.

Los asistentes exigieron el regreso con vida de los normalistas.

“Fuerte y desde el corazón, respondan”.

Así, Berlanga Álvarez fue mencionando los nombres de los estudiantes normalistas.

Abelardo Vázquez, Adan Abraham de la Cruz, Alexander Mora Venancio, Antonio Santana Maestro, Benjamín Ascencio Bautista, Bernardo Carlos Iván Carlos Lorenzo Hernández Muñoz, Christian Alfonso Rodríguez, Cuberto Ortiz Ramos, entre otros.

Universitarios alzaron en lo alto carteles con los rostros de los estudiantes desaparecidos.

“Vivos se los llevaron, vivos los queremos, vivos los queremos”.

En las actividades de este miércoles, el sacerdote Alejandro Solalinde despedazó la inutilidad del Estado mexicano para preservar los derechos humanos.

Desconfiado del papel de la clase política, Solalinde advirtió que el único posible en México provendrá de las mujeres y de los jóvenes pero no de la clase política, cuyo corazón es un bolsillo.

En la sesión inaugural, la filósofa española Adela Cortina apeló a que las capacidades de los seres humanos deben estar protegidas y empoderadas.

Ya por la tarde, Alberto Patisthán, expreso político, hizo un recuento de la capacidad de resistencia de quienes por razones políticas, sociales o por corrupción en el sistema de justicia se encuentran encarcelados como él lo estuvo.


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El rector de la Ibero, Fernando Fernández Font, demandó que el gobierno del estado de Puebla cumpla cabalmente con las recomendaciones emitidas por la CNDH sobre el caso Chalchihuapan.

Fernando Fernández Font inauguró el XI Foro de Derechos Humanos de las universidades jesuitas en México, con el tema de acceso a la justicia.
Activistas, especialistas en derechos humanos y estudiantes participan en el encuentro jesuita.

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En la mesa dedicada a los derechos de los migrantes, Alejandro Solalinde sostuvo la necesidad de recomponer la sociedad desde una óptica cristiana.

“No hay cabos sueltos, estamos dentro del mismo sistema es una aldea global. Hace unos cuantos años, en el 2007, hubo secuestros masivos porque la migración es un observatorio; lo que pasa con los migrantes es lo que va a pasar después, si no se paran los secuestros, claro que había habido secuestros anteriormente, de empresarios o de artistas, pero no habíamos conocido que todos nosotros y nosotras hasta una persona muy pobre sí puede ser secuestrada.

”Aquí te agarran, te llevan y vas a soltar todo, hasta las escrituras de la casa.

”Esto que pasa en Ayotzinapan, en esos yacimientos y fosas que vemos donde quiera es un momento de reflexión crucial para decir que estamos viviendo la misma situación. Ya la migración no es el único problema, sí es cierto que México está loco, esos cuerpos de los 43 estudiantes de Ayotzinapan, estas personas no tienen piedad, y menos que crezca a un nivel internacional. Estas personas son un motivo de reflexión para hacer un diagnóstico serio”.

El sacerdote pidió no creer en las versiones oficiales y de los políticos, porque ocultan la realidad: “No ver a través de los lentes oficiales es lo peor. Van a ver otra cosa. Nunca se sabe cuando está hablando un político lo que quiere decir.

”Tratemos de ver positivo de donde va a venir la emergencia. La solución no va a venir de arriba. Cómo le van a hacer de la noche a la mañana, el corazón de bolsillo de los políticos, para que cambien su visión de monda.

”La solución va a venir de la sociedad civil, la Iglesia católica en su sector de la jerarquía está muy dormida, todavía no responde, todavía no se da cuenta del nivel crucial que vivimos, sus declaraciones están muy light todavía”.

Solalinde confió en el poder de los sectores emergentes para cambiar la sociedad: “Los sectores emergentes van a ser los jóvenes y las mujeres. Los migrantes nos han enseñado que son personas capaces y están asumiendo procesos de gestoría.

”Es un momento crucial de reflexión para nosotros. No hay que replantearnos solamente el problema de la migración. Es cierto que México está loco. Y todo mundo está loco buscando donde están esos cuerpos de los 43 estudiantes”.

Desde la perspectiva de la fe, Solalinde convocó a transformar a la sociedad desde la lectura de un Jesús histórico: “Esto no es un problema sino un llamado de Dios para que estas relaciones rotas nos lleven al reino de Dios; no podemos tener una reconstrucción nacional sin un referente. Nosotros somos una sociedad católica cristiana y nos falta mucho para llevar a todas sus consecuencias para el evangelio.
”No hay recetas de cocina”, señaló Solalinde, sino el traje a la medida de la conciencia.

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En el mensaje inaugural, el rector de la Ibero, Fernando Fernández Font, invocó la memoria del sacerdote Ignacio Ellacurría, discípulo del pensamiento de Xavier Zubiri.

Fernández Font resaltó que la misión de la universidad es descubrir la realidad haciendo a un lado las ideologías: “El tema de la promoción y defensa de los Derechos Humanos se convierte así en el sentido y razón de ser de cualquier institución educativa que pretenda enclavarse en la realidad, para responder a ella desde su vocación histórica y transformadora. Hay que poner la realidad y no las ideologías, sino desenmascarar los discursos ideológicas; publicitar la verdadera realidad a la luz pública para que no pueda ser manipulada por los grupos del poder es el verdadero esfuerzo académico.

”Sabemos que el reto sigue siendo la utopía, la utopía ciertamente no nos soluciona los problemas, pero nos coloca en la lucha por resolverlos”, dijo el rector de la Ibero citando al escritor Eduardo Galeano.