La pena, lágrimas y recuerdos, regresaron de golpe a la comunidad e Chalchihuapan, luego de que este sábado fuera sepultado el cuerpo de Antonio Montes, uno de los cuatro detenidos injustamente en el operativo policíaco del 9 de julio de 2014.

Ahora Don Antonio, quien vivió 55 años, yace a unos cuantos metros de distancia de la tumba de José Luis Tlehuatle Tamayo, niño de 13 años que falleció luego de ser lesionado en la misma gresca donde lo detuvieron.

Familiares, amigos y vecinos, lo acompañaron en su último camino desde la iglesia de la comunidad, hasta el panteón ubicado arriba de un cerro desde donde se mira la autopista Puebla- Atlixco, donde ocurrió el enfrentamiento que mantuvo en vilo al gobierno estatal.
Antonio Víctor Montes Contreras, fue uno de los cuatro detenidos aquel día que cambió su vida.

En un recorrido el pasado jueves de Intolerancia Diario por la zona, familiares de Antonio aseguraron que  su deceso fue consecuencia de las secuelas de su detención. 

Aseguraron entre llanto que tras la detención su salud empezó a mermar hasta su muerte este martes 3 de febrero. 

Fue hace una semana cuando se desvaneció, algunos dicen que trabajando en el panteón, otros que en haciendo el cambio de unas lámparas de la presidencia auxiliar, pero nadie sabe a ciencia cierta.

Ante su mal estado de salud tuvo que ser sedado este tiempo internado en el Hospital de Ortopedia del IMSS, relataron los deudos en la puerta de la humilde vivienda que porta un listón blanco en señal de luto. 

Afirmaron que desde la aprehensión que sufrió empezó a tener padecimientos de la presión, además de una fuerte depresión, “siempre estaba triste, ya no fue el mismo”, dijeron.

Además señalaron que el cuerpo aún no se los entregan ya que se le práctica la necropsia por lo que están programando que será hasta este sábado cuando pueda ser sepultado tras el velorio.

La fotografía de la aprehensión de Antonio fue una de las más emblemáticas de la represión sufrida por los pobladores de Chalchihuapan aquel 9 de julio.

Incluso policías estatales aseguraron que lo habían detenido en estado de ebriedad por la forma en que caminar, sin embargo posteriormente se comprobó que sufría una leve cojera.

En la gráfica se ve a Antonio sujetado por tres policías estatales cubiertos con cascos, escudos y toletes, uno de ellos incluso jalándole su camisa roja.

Fue apenas el 6 de agosto de 2014, casi un mes después de los hechos cuando quedó en libertad junto con los otros tres detenidos, tras el “desvanecimiento de datos para acreditar su responsabilidad en los actos”, término utilizado por la Procuraduría de Puebla.

El Juez de San Pedro Cholula, fijó una caución de 7 mil pesos a cada uno, y después de pagarla quedaron en libertad caucional, Félix Xelhua Montes, Santiago Pérez Tamayo, Sergio Clemente Jiménez Tecalero Y Antonio Víctor Montes Contreras.

En un principio fueron acusados de motín, delitos contra la autoridad, resistencia de particulares, lesiones, daño en propiedad ajena y tentativa de homicidio. Pero finalmente fueron los delitos que se “desvanecieron”.

Sin embargo los inculpados, no están libres del todo, tienen que acudir semana a semana a firmar, debido al proceso que aún les finca el gobierno de Puebla por los delitos de ataques a las vías de comunicación y a los medios de transporte.

Así lo hizo hasta el fin de sus días Antonio Víctor Montes, quien ahora descansa en paz al lado del niño Tlehuatle Tamayo, la primera víctima mortal del operativo Chalchihuapan.
 
La tragedia

En Chalchihuapan comunidad el 9 de julio, se enfrentaron manifestantes y policías estatales, para desbloquear la autopista Puebla Atlixco, luego de una manifestación en la que se exigía que regresaran las facultades administrativas del Registro Civil, que días antes se les quitaron a las juntas auxiliares de loa ayuntamientos.

Debido a este enfrentamiento, resultaron decenas de lesionados, entre ellos el niño de 13 años de edad José Luis Tlehuatle Tamayo, quien moriría diez días después.

Tras una investigación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), en la recomendación 2VG/2014 se determinó la responsabilidad de autoridades estatales en la violación grave de derechos humanos.

Entre las responsabilidades están la muerte del menor, al ser lesionado por un disparo de una lata de gas lacrimógeno, por lo que emitió la recomendación de once puntos, que no se cumplieron a cabalidad, según un reporte del sexto visitador del organismo. Foto: Twiter