A poco más de mes y medio de la reinauguración del Parque Ecológico Revolución Mexicana, cuya remodelación tuvo un costo de 163 millones de pesos, las obras quedaron inconclusas; inclusas, algunas áreas ya presentan deterioro, principalmente en la zona norte donde la cancha del estadio se encuentra destrozada y la pista de tartán comienza a levantarse.
El gobernador Rafael Moreno Valle inauguró las obras el pasado 2 de febrero; sin embargo, solo tres cuartas partes del lugar recibieron cemento y pintura ya que una cuarta parte presenta el abandono sin que se haya visto la intervención por parte de las empresas encargadas de las obras.
Luego de que mantuvieron cerrado el parque durante cinco meses y un anuncio de una inversión inicial de 85 millones de pesos, misma que pasó a los 163.7 millones de pesos, es decir el doble de lo anunciado, los trabajos no continúan e incluso comienzan a verse daños en los bordos.
En un recorrido hecho por Intolerancia Diario por el lugar se aprecia como en la zona norte no hubo mantenimiento, toda vez que se encuentran montoneras de tierra y un nulo trabajo de reforestación.
Pasto seco, hierbas y la escasa presencia de gente en el lugar muestra que la remodelación no se cumplió en su totalidad como se ofreció a los poblanos.
Un potrero
A pesar de que la temporada de lluvias aún no llega, la cancha de fútbol del estadio se encuentra como un potrero, donde el pasto sintético se está levantando y esto se aprecia desde diferentes lugares.
Las casetas para los equipos se encuentran oxidadas y sin bancas, sin que hayan sido pintadas en la remodelación.
Asimismo, la pista de tartán que rodea al lugar presenta grietas y una muestra de que no recibió mantenimiento.
A un lado de la pista se encuentra aún una de las vallas que se utilizan para las carreras con obstáculos.
Dicha área es de acceso libre sin que cobren la entrada como ocurre en otros lugares del mismo parque.
Solo pintura y cemento
De acuerdo a la imagen que presentaba en agosto de 2014, a la fecha solo se ve un trabajo de cemento y pintura en el lugar. A pesar del anuncio de la reforestación, el lugar ya no es el espacio frondoso como lucía el año pasado. El Ecológico es uno de los principales pulmones de la capital.
Un puente colgante, una cancha de “Golfito”, un café Italian Coffee, el cual compró la concesión ante la negativa de The Coffee York para instalarse en el lugar, y canchas nuevas, pero vacías —debido a que hay que pagar para entrar— es lo nuevo que ven los visitantes; además, de otro parque lineal sin utilizar.
Obra sin sentido social
El pasado 1 de febrero, el presidente de la Agrupación de Constructores y Empresarios Siglo XXI (ACOEM), José Alfredo Vega Herrera, consideró que la remodelación no es un proyecto con política pública, porque no se tomó en cuenta a la ciudadanía, que en ningún momento sugirió las acciones a emprender.
Vega Herrera reveló que la obra de modernización no responde a las necesidades sociales, como el deporte y la recreación; además, dijo que “hay gente que tiene bastante experiencia para decir qué funciona y qué no funciona”.
En entrevista, comentó que siempre resulta importante que en los proyectos se tome en cuenta a los encargados, especialistas en aves, en deporte, en salud, para hacer un proyecto integral.
Además, comentó, por las exigencias de la modernidad se requiere, hoy en día, que los proyectos sean sustentables y más el Parque Ecológico, “que se conserve el mayor grado de áreas verdes, para que se integren a un desarrollo económico, ambiental y sustentable”.
Lo que requerimos, dijo, es que los proyectos tengan un impacto ambiental, con beneficio de re-oxigenación para la gran ciudad de Puebla, “esa zona es el único pulmón verde que tenemos”, aunque cercana está la zona militar.
Reiteró que se trata de un pulmón muy importante, que ahora es cambiado por concreto hidráulico y no es posible que la autoridad gubernamental piense más en su imagen y se olvide del equilibrio sustentable.
Dejan de lado la cultura ecológica
Por las denuncias sociales que se presentaron desde el inicio de la obra, recordó Vega Herrera, lo que hizo el gobierno del Estado, por medio de la constructora Eura, encargada del proyecto, fue sustituir áreas verdes por concreto, lo que demuestra que no se trabaja con cultura ecológica.
Al colocar concreto hidráulico en lugar de pasto, no se cuidan los mantos freáticos, que ya no se recuperan, “no se permitió aprovechar el agua de lluvia, no se hizo lo que se llama un concreto ecológico, ni se priorizó la zona forestal”.