El arzobispo Víctor Sánchez Espinosa confirmó que ha dado el apoyo a la madre del menor José Luis Alberto Tlehuatle. “Yo he recibido a doña Elia —Tamayo—, una mujer muy fuerte, muy admirable en su pena, la pérdida de su niño. Ahí estamos para lo que se necesite”; además, reconoció su mediación para liberar a algunos detenidos de la junta auxiliar de San Bernardino Chalchihuapan.
Al terminar la misa dominical, Sánchez Espinosa comentó que sostuvo un encuentro con Elia Tamayo Montes, madre de José Luis Tlehuatle, tal y como lo ofreció desde el año pasado cuando la gente de la comunidad de Chalchihuapan pidió la mediación. Además, destacó que en su encuentro vio en Elia Tamayo a una mujer fuerte y admirable.
Aclaró que ya sostuvo acercamiento con gente de la comunidad y lo que le piden es que haya tranquilidad. “La gente del lugar es buena y espera que con el diálogo se solucionen los problemas”.
El arzobispo Víctor Sánchez reconoció que como líder de la grey católica realizó gestiones ante las autoridades para que algunos de los habitantes detenidos tras el enfrentamiento obtuvieran su libertad.
“Cuando me piden estoy, si me escuchan, qué bueno, si no me escuchan, me duele decirle a la familia que no me escucharon. Es lo que hago. Sólo que eso, perdónenme, casi no se los comunico porque yo no soy un luchador social o un político que quiera hacer ver lo que yo estoy haciendo. Es parte de mi misión y parte de la misión de la Iglesia”

Refirió que el diálogo es la mejor alternativa en la comunidad, lo mismo que la atención a la salud de las víctimas, así como evitar más detenciones, pues se encarceló a seis personas con el argumento de que fue en cumplimiento de una recomendación de la CNDH.


Respeto a internos de los penales

Tras iniciar su visita pastoral en el norte del estado, el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, dijo que los lugares a donde pidió asistir fue a las cárceles donde se encuentran los internos que necesitan el auxilio espiritual, “muchos de ellos son indígenas pobres que carecen de recursos para poder obtener su libertad”.
Indicó que pudo estar en los Centros de Readaptación Social (Ceresos) como los de Zacatlán, en la Sierra Norte de Puebla,  pero también ha visitado el Atlixco e Izúcar de Matamoros,  y en todos se ve el hacinamiento por el alto número de personas en espacios reducidos y la falta de lugares destinados para las mujeres.
El arzobispo pidió poner atención en estos lugares, “hay sufrimiento y muchas carencias y necesidades”.
Manifestó que de suyo estar ahí es un sufrimiento para los internos y las familias ya que por todo tienen que pagar, además de que los alimentos, la familia los tiene que llevar y quienes no tienen familiares enfrentan serias carencias.
Comentó que cada año visita el Cereso de Zacatlán con motivo de sus fiestas patronales. “La Virgen pasa al Cereso y entra pero no pueden pasar todos solo la reina de la feria y el arzobispo a saludar a los internos”.
Comentó que en la capital  Puebla hay un Cereso para mujeres, pero en otros hay una población de 18 o 20 mujeres entre una población de 200 internos y no se les brindan las condiciones.