Se cumplen 50 días del posible homicidio de Paulina Camargo, caso que detonó el debate de la aplicación de una alerta de género en Puebla, sin que hasta el momento las autoridades hayan resuelto el caso.

Mientras tanto, las autoridades estatales suspendieron la búsqueda del cuerpo de Paulina, ante la presión social la Comisión de Derechos Humanos de Puebla (CDH) inició una consulta con organismos ciudadanos, la que ha sido muy cuestionada.

El caso de Paulina es uno de los más de 60 casos contabilizados por organismos no gubernamentales (ONG) tan solo en los primeros nueve meses de 2015.

Pero la postura del gobierno de Puebla se puede englobar en una sola declaración del procurador General de Justicia, Víctor Carrancá Bourget, “se han manipulado las cifras, es un tema mediático”, dijo.

En tanto, los dos casos más claros de feminicidio, incluido el de Paulina Camargo, sus presuntos culpables no fueron consignados ante el juez por este delito, lo que demuestra la resistencia oficial por reconocer este tipo de crímenes, según especialistas.

Hasta septiembre de este año se han registrado 60 feminicidios en Puebla, seis más que en todo 2014, según las ONG.

La cifra contrasta con los 18 que han contabilizado oficialmente en el programa de género de la PGJ. Para las autoridades hay por lo menos 42 muertas invisibles.
 
La desaparición

“El mejor regalo que me pudo dar Diosito es tener la oportunidad de ser mamá (‘:”, aún se puede leer en el muro de Facebook de Paulina Camargo, ahora acompañado de decenas de mensajes de pesar.

Paulina, adolescente de 18 años estaba embarazada de su novio, José María Sosa, de 20 años.

Hasta ahora se sebe que “Chema”, como es conocido el joven, tuvo miedo de su paternidad no planeada.

Al menos así lo reflejó en mensajes  de whatsapp que la joven envió a alguna amistad, los que se dieron a conocer extraoficialmente.

Ahí, Paulina se queja de que su expareja fue especialmente cruel al saber de su embarazo. Días después desaparecería, justo el 24 de agosto, hace 50 días.

Aquel día comenzó la búsqueda de la adolescente embarazada por medio de las redes sociales, caso que fue creciendo junto con la condena de la sociedad poblana, al no localizarse.

Luego de que la PGJ iniciara las investigaciones, arrancó la confesión de José María, según señaló Carrancá Bourget, en la que señaló que luego de quitarle la vida en su departamento de la unidad habitacional la Margarita, aventó el cuerpo a un depósito de basura a unos metros de distancia.

Desde entonces las autoridades trataron de hallarlo, incluso al interrogar a pepenadores, pero nadie vio nada.

También comenzó un operativo de búsqueda del cadáver en el relleno sanitario, pero fue infructuoso, el cuerpo sigue ilocalizable.

Este clamor de falta de justicia de parte de los familiares, llegó a las calles de Puebla en distintas marchas de protesta, además de pedir apoyo a la arquidiócesis de Puebla.

Pero hasta la fecha todo ha sido inútil y aún los padres no tiene un cuerpo al cual llorar.

En tanto, José María sigue detenido, pero solo consignado ante el juez penal por el delito de falsedad en declaraciones, por lo que tendría que salir libre bajo fianza.

Sin embargo, sigue en prisión por la oposición a su caución de parte del Ministerio Público.
 
Las muertas invisibles

Hasta septiembre de este año se han registrado 60 feminicidios en Puebla, seis más que en todo 2014.

La mayoría de los crímenes se han registrado en la capital del estado de Puebla, seguida por Atlixco, Tecali de Herrera, Tecamachalco y Tehuacán.

Así lo informó Lourdes Pérez Oseguera, responsable del Observatorio de Violencia Social y de Género del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría (Idhie) de la Universidad Iberoamericana, campus Puebla.

La cifra contrasta con los 18 que han contabilizado oficialmente en el programa de género de la PGJ. Para las autoridades hay por lo menos 42 muertas invisibles.

“Hay que exigir a las autoridades que documenten mejor, que tengan datos más fiables de estos delitos porque muchos asesinatos de mujeres con dolo o signos de tortura que han ocurrido en el estado no los está tipificando como feminicidio”, acusó la especialista.

Al respecto la directora del Observatorio Ciudadano de Derechos Sexuales y Reproductivos (Odesyr), Vianeth Rojas Arenas, informó que tienen contabilizados 167 feminicidios de 2013 a 2015.

“No sabemos en realidad cuál es la situación de violencia en el estado de Puebla. Lo que es evidente es el alza de homicidios dolosos con alta violencia contra mujeres”, dijo.

CDH, la duda mata

Ante la presión social, la CDH comenzó un sondeo para ver si solicita oficialmente la Alerta de Genero en Puebla, pero lo hizo en medio de un descredito social, ante los constantes apoyos a autoridades estatales.

El organismo a cargo de Adolfo López Badillo inició esta “investigación” mediante un cuestionario entregado a organismos civiles, que en algunos casos ni siquiera tratan los problemas de las mujeres.

Sin embargo, López Badillo afirmó que se realiza una investigación “objetiva”, señaló para determinar si procede o no emitir la Alerta de Género en Puebla.

Lo que no dijo es que solicitó información para la alerta de género a organizaciones civiles dedicadas a las artesanías textiles, proyectos productivos del campo  y para la atención a personas con discapacidades.

Y dejó fuera organizaciones como el Observatorio de Violencia Social y Género, del Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría SJ, de la Universidad Iberoamericana de Puebla (UIA), que contabiliza de manera hemerográfica los feminicidios; y El Taller Centro de Sensibilización y Educación Humana AC, que asesora a la familia de Araceli Vázquez Barranco, asesinada por su novio.

El mensaje de López Badillo fue “no polarizar la petición de alerta de género para Puebla” ya que la CDH realiza una investigación seria.

Esto generó las críticas, incluida la del rector de la Universidad Autónoma de Puebla, Fernando Fernández Font.

Indicó que hay que preguntarse por la postura oficialista. “Cuáles son las indicaciones que le están llegando a la misma comisión, la pregunta es si la comisión está libre de hacer sus declaraciones o está recibiendo órdenes de otro lado.

”Es evidente que cualquiera que respete los derechos humanos se tiene que dar cuenta de lo que está pasado en nuestra sociedad y especialmente en Puebla.

”No es posible que prácticamente día tras día o semana tras semana, estemos amaneciendo con este tipo de noticias tan tristes”, sentenció.

Alerta de género

La alerta de género se trata de una serie de acciones que el gobierno tendría que realizar para hacer frente a la violencia cuando se vuelve exacerbada por feminicidios y violación a los derechos de las mujeres. La última declaración de alerta de género ocurrió en agosto pasado para ocho municipios del estado de Morelos.

Moreno Valle guarda silencio

Aunque el gobernador Rafael Moreno Valle calificó de lamentables los hechos donde futuros padres matan a mujeres para evitar la responsabilidad de un hijo, el mandatario se negó a pronunciarse a favor de emitir una alerta de género en Puebla. 

La solicitud de alerta de género que promueven activistas y ONG también fue secundada por el titular de la Segob, Miguel Ángel Osorio Chong, en su última visita, de forma velada solicitó que se trabaje para erradicar la violencia contra las mujeres. 

De gira por el municipio de Ahuazotepec, Moreno Valle externó: “considero que desgraciadamente estamos viendo que hay una pérdida de valores y en este sentido pues hemos visto situaciones lamentables en que jóvenes matan a sus parejas porque están embarazadas y cuestiones de ese tipo pues que son impensables”.

Ahí mismo, el mandatario reconoció que la pérdida de valores también están ocasionando otro mal social, situación por la cual su gobierno enfrenta el reto de combatir el narcomenudeo.

Al respecto agregó que antes la entidad solo era una región de paso y actualmente la población ha aumentado el consumo de sustancias nocivas.

El apunte

Hasta septiembre de este año se han registrado 60 feminicidios en Puebla, seis más que en todo 2014, según las ONG.