Llegaron los transbordadores que se utilizarán en el Teleférico de Puebla, los que iniciaron sus primeros recorridos de prueba en los 660 metros del recorrido en la zona de los Fuertes, obra que se prevé concluir el próximo 15 de diciembre.

Decenas de trabajadores colocaron las dos cabinas en el tendido de cables electromecánicos apoyados por una enorme grúa que colocó los transbordadores que tendrán una capacidad para 35 personas aproximadamente.

El periodo supuestamente es establecido por la empresa encargada de la obra que cuenta  con una torre de 68 metros de altura y otra de 60 metros, localizada en la calle 2 norte esquina avenida Niño Artillero.

De acuerdo con la licitación SFA-OP-LPN-2014-042 el funicular de 500 metros de longitud, inició su construcción el primero de agosto y debía estar listo el 28 de noviembre del 2014.

El contrato es de 46 millones 850 mil 969 pesos para el Parque del Teleférico y 143 millones 474 mil 362 pesos, para el transbordador, un total de 190.3 millones de pesos invertidos, casi la misma cifra que se iba a gastar por el primer proyecto, pero con mucho menos distancia.

De acuerdo a las bases de la convocatoria original, el funicular iba a ser terminado el 23 de enero de 2015.

La edificación del teleférico fue la primera derrota jurídica del gobierno, ya que se tenía contemplada la construcción de cinco torres que llegarían al Barrio de los Sapos a varios kilómetros de distancia.

Finalmente fue suspendido luego de demandas de amparo ante la justicia federal por parte del Comité Defensor del Patrimonio Histórico, las que tiraron el proyecto original, literalmente.

Además el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), clausuró las obras por carecer de los permisos.

El 16 de diciembre de 2013, el gobernador Rafael Moreno Valle anunció el cambio de ruta, aunque sin detalles.

Muchos meses después, luego de descartar la ruta de la zona de los Fuertes hacia el Estadio Cuauhtémoc, se determinó recortarlo para no salir del cerro de Loreto y Guadalupe.

Mientras avanzan la obra del teleférico en la zona histórica de la Batalla del 5 de Mayo, Juanita Farias, especialista del INAH, señaló que independientemente del recorte de la ruta, si afectará de manera visual la zonas de monumentos.

Especialistas trabajadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), recordaron que este proyecto desde sus inicios derivó en la destrucción de una casa del siglo XVII, a lo que nadie asume la responsabilidad hasta la fecha a pesar de que se cometió un delito federal con pena de prisión.

 “Modificaron la geomorfología, se ha perdido todo lo histórico y ahora donde se dio la batalla en 1862 se puso hasta pasto sintético que parece es la moda para cubrir el cerro y su historia”, dijo la arquitecta Sonia Espinoza Martínez.

“El corolario de no respetar la ley en Puebla es la casa del Torno, una muestra emblemática de no querer ejercer la ley y ejercer la personal, regresando al tiempo de Ávila Camacho en represión”, agregó.