Los niveles de votación del proceso gubernamental conquistado por Tony Gali con 869 mil 878 votos no preocupó a los investigadores, politólogos y líderes del sector empresarial. La razón es sencilla, generalmente en la entidad vota entre 30 y 40 por ciento del padrón electoral. La excepción la rompería un universo sufragante de 60 puntos porcentuales para ser considerada como una verdadera proeza comicial.
Desde la investigación universitaria, política y social, el politólogo Manuel Díaz Cid destaca al abstencionismo como un mensaje de desaliento con matices de hartazgo, dirigido a la clase política local y nacional.
“El abstencionismo (en Puebla y a nivel nacional) es un mensaje de desaliento de la sociedad que no puede ignorarse”. Los poblanos quieren resultados reales a sus expectativas.
Pero no solo el abstencionismo juega un papel esencial en cada proceso democrático social. El sufragio nulo es un claro signo de protesta ciudadana que penetra la piel de los políticos como un dardo que penosamente ignoran.
“Paralelo al abstencionismo está la cantidad de votos nulos en señal de protesta. La votación es el rechazo de los ciudadanos a los partidos. Es un reclamo de mayor seguridad, de mayor trabajo (al entendimiento) de los políticos”, puntualizó.
El domingo 12 de junio el Consejo General Electoral finalizó el cómputo distrital de la elección gubernamental del 5 de junio donde los poblanos se decantaron con 1 millón 925 mil votos por la coalición Sigamos Adelante liderada por José Antonio Gali Fayad, quien asumirá el Poder Ejecutivo en febrero de 2017.
Jóvenes no participan
A su vez, el presidente de la Canaco, Marco Antonio Prósperi, puntualizó que en el proceso del pasado 5 de junio las baterías al sector juvenil no salieron a sufragar.
“La elección nos dejó varias enseñanzas: primero fue una elección tranquila, sin violencia, aunque al final hubo denuncias, pero en términos generales fue una elección pacífica; segundo, la participación ciudadana que tanto estuvimos impulsando los organismos empresariales con temas de participación de ‘Tu voto vale y Participo’, ‘voto y elijo’, desgraciadamente no fue del todo satisfactoria”, puntualizó.
Ese panorama electoral significa que el porcentaje de votación no creció tanto “tenemos un problema con los jóvenes, que no se acercan a ejercer este derecho y su obligación de votar.”
Los jóvenes, insistió el presidente de la Canaco, propiciaron que el porcentaje de abstencionismo quedara en “55.1333 por ciento, hace un año que votamos por diputados federales, el porcentaje fue alrededor de 42 puntos porcentuales, es decir, creció muy poco aunque, sea imperceptible; entonces creo que hay un tarea de oportunidad para concientizar a la ciudadanía, porque dentro de dos años vamos a elegir al gobernador, presidentes municipales, diputados locales y federales, a los senadores y al presidente de la República”.
Reparten culpas
La historia política de Puebla ha demostrado no ser benévola en jornadas electorales intermedias. El ejercicio de la minigubernatura no fue la excepción. Fue algo inusual, atípica por ser para un periodo corto que impide tener un comparativo ideal de participación. Pero los 805 mil 143 votos confirman el interés de los sufragantes por mantenerse vigentes en la participación democrática.
El consejero presidente del IEE, Jacinto Herrera Serrallonga, el pasado 6 de junio trató de justificar el nulo interés de 55.33 por ciento de abstencionismo en el proceso.
Al finalizar la sesión del Instituto Electoral del Estado –ese lunes 6 de junio– Dalhel Lara Gómez dijo que los incidentes electorales no se transformaron en un factor que empañara la elección.
Herrera Serrallonga pormenorizó que la promoción al voto recae en la coordinación de comunicación social (de la cual él forma parte) que debe llevar una estrategia para hacer un llamado al voto como recriminó la consejera Luz Alejandra Gutiérrez Jaramillo, quien a largo de la sesión solicitó un plan estratégico para evitar un abstencionismo superior a los 55 puntos porcentuales como ocurrió en la víspera.
“Sí reconozco la inquietud de la consejera (Luz Alejandra Gutiérrez) de llevar a cabo una estrategia (para evitar el abstencionismo). Lo platicamos el día de ayer. Es un tema que recae en la coordinación de comunicación social por ser la que tiene que llevar a cabo una promoción al voto por parte del Instituto Electoral del Estado como autoridad electoral”.
El presidente consejero para intentar quitarse la presión, responsabilizó también a los partidos políticos para difundir el ejercicio del voto con el fin de fortalecer el interés de las personas en hacer válido su derecho al sufragio.
“Sin embargo, es una tarea compartida ¿no? Los partidos políticos tienen que ver en destinar una estrategia que despierte el interés del ejercicio del voto, y por supuesto, que deben llevar a cabo una campaña muy importante”, sentenció.
Así sufragaron
Rafael Moreno Valle en 2010 ganó la gubernatura encabezando la coalición Compromiso por Puebla con 2 millones 203 mil sufragios para una participación de 58.4 por ciento ante 41.5 por ciento de abstencionismo.
Mario Plutarco Marín Torres en 2004 llevó al PRI con 1 millón 786 mil 490 de votos de los 3 millones 237 mil 686 poblanos y poblanas inscritos en el padrón nominal para puntualizar 44 por ciento de abstencionismo y poco más de 55 puntos porcentuales de participación.
Melquiades Morales Flores en 1998 se adjudicó 1 millón 407 mil 316 de votos con un abstencionismo de 45.5 por ciento de los 2 millones 535 mil 316 ciudadanos registrados en el listado nominal para un abstencionismo de 55.5 por ciento de participación.