Con frases como “Yo voy a ser presidente municipal de Puebla” y “guarden este tuit”, Guillermo Deloya Cobián, es directo y claro sobre sus aspiraciones políticas para competir por la alcaldía de la capital poblana. 

Entrevistado en el programa Destrozando la Noticia por Enrique Núñez y Fernando Maldonado, el priista reconoce que el principal problema que aqueja a los capitalinos es la pobreza, luego que 6 de cada 10 habitantes de la demarcación se encuentran en parámetros que no son los idóneos para el desarrollo del ser humano. 

“Puebla como municipio es el segundo a nivel nacional que acumula el mayor número de pobreza urbana, esto quiere decir que más del 60 por ciento de los pobladores están en una condición de pobreza”, afirmó Deloya Cobián al recordar que en números redondos, en la capital habitan un millón y medio de personas. 

El hombre que renunció el pasado martes 23 de enero a la Coordinación del Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal (Inafed) aseguró que no se puede culpar a un gobierno –municipal, estatal o federal- en específico por el incremento de la pobreza en la capital poblana, porque reconoció es un tema que trasciende a diversas administraciones: “Lo preocupante es la pobreza humana. Sólo dan esperanza y promesas a la gente, mismas que no se han cumplido”.

Al detallar parte de la numeralía que retrata a “la Puebla de nuestros amores” señaló que es compleja porque se tratan de 900 colonias y 17 juntas auxiliares y que al igual que en el resto de los 2445 municipios que tiene el país, se presenta el fenómeno de la disparidad. 

Sin tibiezas 

Para el expresidente nacional Instituto de Capacitación y Desarrollo Político (Icadep), es necesario romper con las medias tintas o las ambigüedades de los discursos de los aspirantes por ello fue enfático en enlistar los “requerimientos” del que sea abanderado para competir por la Angelópolis: entre ellas la preparación y “no tener cola que le pisen”.

“Para ser candidato lo que te debe justificar no nada más debe ser levantar la mano y decir ‘Yo quiero’ sino también tener las justificaciones verdaderamente fundamentadas y sólidas para decir ‘Yo puedo’”, señaló.

Recordó que a diferencia del PAN, donde ya hay precandidato, en el Revolucionario Institucional aún están esperando que se publique la convocatoria: “Sí algo ha desprestigiado a la política es esa simulación de que ‘yo espero a los tiempos, seré institucional, si el pueblo lo decide’. Vamos a ser serios en esto. La unidad construida para un partido como el PRI se sustenta en los acuerdos políticos y éstos en el dialogo y la capacidad de negociación”.  

Rivera, el más fuerte

Para el aspirante tricolor a la candidatura a la presidencia municipal de Puebla, el rival más fuerte será el exalcalde, Eduardo Rivera Pérez, pese a ello se dijo con la fuerza necesaria para “confrontarlo con un nivel de altura, que es lo que quiere la gente”. 

Guillermo Deloya soslayó que desconoce quiénes de sus correligionarios estarían buscando la posición por la cual suspira, aunque sostuvo que es el mejor perfil para darle batalla a los aspirantes al Palacio del Ayuntamiento de las diferentes coaliciones o partidos. 

No somos iguales 

“Ni todos los priistas son rateros ni todos los panistas son mochos ni todos los perredistas son revoltosos ni todos los morenistas son anarquistas. En verdad, hay gente valiosa en cada partido político. Lo que te va a sustentar es tu congruencia”, sostuvo.

Sobre su interés en ser el abanderado a la alcaldía capitalina, reconoció que se ha convertido en una manía: “Soy un obsesivo de ofrecerle mejores condiciones a la gente y de ser el mejor presidente de Puebla. De verdad, no duermo, no hablo, no como, no camino, no hago nada más que pensar en eso, en ser el mejor presidente municipal que haya tenido Puebla”.  

Ante la llamada que presuntamente recibirán la próxima semana del CEN para dialogar con los interesados en la presidencia municipal de Puebla, soslayó: “Ya  me meto a bañar con el celular, ya descompuse tres y hasta tuve que comprarme un Oxxo-phon”.