A sus 65 años, el periodista poblano y pionero de la radiodifusión en México, Guillermo Morales Blumenkron enfrentó el reto más grande de su vida, pacificar un estado inmerso en más de veinte años de lucha ideológica, donde el odio de la izquierda hacia el clero crecía, mientras la ultraderecha condenaba todo lo que dijera el comunismo.
Tras la crisis que marcó al gobierno de Gonzalo Bautista O´Farril, Guillermo Morales Blumenkron fue nombrado gobernador interino, el cuarto en menos de menos de diez años por la crisis que generaban sus antecesores, quienes solo se enfocaron en apoyar a los dueños del dinero o bien al clero, que mantenía una profunda influencia en la política.
El poblano, nacido el 27 de abril de 1908, asumió la gubernatura del 7 de mayo de 1973 al 1 de febrero de 1975, sustituyendo a Gonzalo Bautista O'Farrill, quien a su vez había sustituido a Mario Mellado García y al gobernador electo Rafael Moreno Valle, quien solo estuvo al frente del poder 3 años y 21 días, por diversos conflictos sociales.
A Morales Blumenkron se le considera un gobernador hábil y moderado, con lo que los disturbios sociales que habían caracterizado los gobiernos de sus predecesores inmediatos cesaron.
El interino, a diferencia de Bautista O´Farrill, decidió dar algunas concesiones a los grupos de izquierda, tratando de evitar nuevos enfrentamientos y, en el corto lapso de dos años de su gestión, se dedicó a preparar la elección del próximo gobernador.
Para apaciguar el estado, Blumenkron, sin contar con el apoyo de los poderes fácticos locales, que eran los organismos empresariales que encabezaba Abelardo Sánchez Gutiérrez, la Junta de Mejoramiento Cívico Moral y Material del Municipio de Puebla, llevó reuniones privadas con los directivos de la Universidad Autónoma de Puebla, entre ellos el rector Luis Rivera Terrazas.
El cómplice oculto para la pacificación
De acuerdo con fuentes consultadas, el gobernador tuvo un cómplice para pacificar a la izquierda y la derecha, quien fue el entonces obispo auxiliar Rosendo Huesca Pacheco, quien tenía la formación del Concilio Vaticano II.
Ante la avanzada edad del arzobispo Octaviano Márquez y Toriz, Rosendo Huesca comenzó a tomar decisiones, entre ellas el separar al clero de las luchas que había y donde los grupos de la derecha lo tomaban como estandarte.
Ante el diálogo que se dio, los grupos como el Frente Universitario Anticomunista (FUA), dejaron de tener el respaldo total de la iglesia.
Preparando el terreno
Una vez que la guerra ideológica iba llegando a su fin, comenzó su trabajo para garantizar que su sucesor ya no tendría que ser removido, y así evitar que Puebla tuviera seis gobernadores en menos de diez años.
Para finales de 1974, se llevaron a cabo las elecciones y el Partido Revolucionario Institucional llevó dos candidatos mesurados a la gubernatura, Alfredo Toxqui Fernández de Lara y para la presidencia municipal de la capital, Eduardo Cue Merlo.
El 1 de febrero de 1975 entregó el gobierno a Alfredo Toxqui y, durante más de cuatro décadas, no se ha tenido que remover un gobernador en Puebla por problemas políticos.
El periodista
Guillermo Morales inició en el periodismo en 1927, luego de que en colaboración con su hermano Daniel publicó la revista Variedades, en 1931 la revista Cosmos en Mazatlán Sinaloa y ese mismo año fue designado director de la radiodifusora del DAPP y al año siguiente ingresó en la radiodifusora del PNR.
En 1945 era dueño de las estaciones XEQK y XETT. En 1949 llegó a publicista y locutor de la XEW y en el mismo año compró la radiodifusora XEDA, Radio 13. Participó en congresos internacionales como delegado de la radiodifusión mexicana en Chile, Washington, DC, El Salvador, Buenos Aires y el Ecuador.
Fue presidente de la Asociación de Radiodifusores del D.F. y del valle de México y Coordinador Nacional de Radio.
La carrera política
En su carrera política fue diputado federal de la XLIV legislatura de 1958 a 1961, Senador de la República en 1970, cargo que tuvo que dejar al ser nombrado gobernador interino del Estado de Puebla.
