Armando vivió los 40 minutos más largos de su vida, la tensión fue contagiada a su familia, quienes se enteraron del levantón que sufrió por sujetos desconocidos al intentar secuestrarlo el pasado miércoles. A cuatro días de distancia, Don Teobaldo Pérez Fuentes agradeció la pronta intervención de los pobladores, quienes impidieron que su hijo quedará privado de su libertad, hecho que costó la vida a siete personas, entre ellos los presuntos delincuentes.
Este domingo, Don Teobaldo relató parte de lo que se vivió el miércoles y fue aplaudido cuando públicamente agradeció el respaldo de la población de Tepexco y Cohuecan, para evitar que los delincuentes se llevarán al mayor de sus hijos, aun cuando hubo "justicia por propia mano".
"Mi hijo el mayor, tuvimos eso que nos pegó muy fondo en el corazón, aprovecho para agradecer a mis paisanos, a esa gente del campo, a los vecinos por todo el apoyo", dijo el líder campesino, interrumpido por los aplausos de los habitantes de Tepexco en una plaza pública llena.
El gobernador, Miguel Barbosa Huerta llegó a esta demarcación en la que habitan poco más de 6 mil personas y en donde prevalecen los delitos como abigeato, asaltos y violaciones, sitio que, además, -cuentan los vecinos- es tomado por los delincuentes como el paso para tirar a sus víctimas asesinadas.
Frente al mandatario local, Don Tebaldo dijo ser padre de once hijos y a quienes les ha enseñado la humildad, la honestidad, la honradez y el trabajo y reiteró: "Doy gracias primero a Dios, enseguida a todas las personas que nos apoyaron", puntualizó, con la voz quebrantada.
En tensa calma se encuentran las demarcaciones de Tepexco y Cohuecan; sin embargo, con intensa vigilancia por parte de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Estatal y de la Guardia Nacional, aunque con escasa presencia de elementos policiales municipales, quienes mostraron lentitud y falta de protocolo para evitar los linchamientos.
Tepexco no va a vivir con miedo
A pesar de que los pobladores de Tepexco afirman que está demarcación ha sido invisible para las autoridades federales y estatales, la presidenta municipal, Aniceta Peña Aguilar, afirma que el pueblo "no va a vivir con miedo y odio".
Visiblemente nerviosa y después de que el día de los hechos estuvo desaparecida, frente a una multitud de ciudadanos, la alcaldesa de extracción priista externó que la única forma de evitar que el miedo y la delincuencia se apoderen de esta demarcación es con la unidad.
"Uniéndonos por los hechos registrados desde antaño y los últimos que enfrentamos en esta semana, mismo que nos apuran a reunirnos en este encuentro, hago el llamado a que vayamos uniéndonos sociedad y gobierno porque Tepexco tiene que recuperar la tranquilidad que vino deteriorándose de bastante tiempo atrás y cuya problemática necesita de todos", dijo.
Por encima de las filias partidistas, la alcaldesa refirió estar decidía a trabajar con el gobierno de Puebla para recuperar la paz, el orden y tranquilidad de las familias, quienes demandan atención al campo, a las vías de comunicación y más apoyos sociales.
"Sacar adelante a nuestro municipio, por encima de cualquier diferencia, cuente usted con nuestra decidida colaboración, para que los problemas que han aquejado a nuestra gente logremos erradicarlos. Los lamentables hechos del pasado 7 de agosto forman parte del fenómeno social que lastima a los mexicanos, en este caso hemos presentado puntual atención al suceso trabajando en lo que corresponde a nuestra demarcación", dijo.
Aniceta Peña Aguilar, escoltada en todo momento por su marido Deodegario Aparicio Linares, se limitó a señalar que atenderá las recomendaciones emitidas por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, en torno a los siete linchamientos.
Debilidad institucional propició linchamientos
La debilidad institucional propició que los ciudadanos hicieran "justicia por propia mano", reconoció el gobernador, Miguel Barbosa Huerta, quien reprobó estas acciones, pero al mismo tiempo prometió a los habitantes de Tepexco y Cohuecan que su gobierno no será indiferente a las demandas de las y los ciudadanos.
"Esto fue producto de una circunstancia donde la autoridad municipal estatal y federal deberían estar presentes para garantizar la seguridad de todos. Pero la reacción de la gente ante la violencia es esa, pero esa reacción no es una reacción legal y debe regularse. El estado de derecho debe preservarse, el respeto a las instituciones debe preservarse y garantizar el desarrollo y el progreso", dijo.
El gobernador, Miguel Barbosa Huerta firmó un convenio en materia de seguridad con los municipios de Tepexco y Cohuecan, lugares en donde ocurrieron siete linchamientos el pasado miércoles, cuando habitantes de ambas demarcaciones impidieron que Armando Pérez fuera secuestrado.
"El uso de la justicia por mano propia es una reacción, pero no es legal y lo deben ustedes entender y aceptar, no puede ser así, si fuera así en ese caso no existiera un régimen institucional y no hubiera órdenes de gobierno, por eso queremos fortalecer el estado de derecho en todo el estado, pero venimos a este municipio hacerlo", dijo el mandatario.
Cuatro días después de los siete linchamientos, el responsable de la seguridad pública estatal, Idelfonso Amezaga, el encargado del despacho de la Fiscalía General del Estado, Gilberto Higuera Bernal, diputados federales y estatales, así como funcionarios se dieron cita en estas demarcaciones, a las que hace varias décadas no llegaba un gobernador.
En ambas demarcaciones, el gobernador recibió solicitudes para atender la reconstrucción de los templos de San Agustín y San Bartolomé, dañados por el sismo de 2017, la rehabilitación de la red carretera y apoyos a los artesanos y campesinos, pues es su principal fuente de ingresos.
Tanto en Tepexco como en Cohuecan, el gobernador anunció la entrega de 10 millones de pesos para mil 167 campesinos con el objetivo de que fortalezcan sus actividades productivas.