El aspirante a fiscal General del Estado, Guadalupe González Vargas, expresó que ante los crímenes violentos, una prioridad es poner en marcha la Fiscalía Especializada en Feminicidios y violencia en contra de las niñas, adolescentes y mujeres en Puebla, darles unidades de investigación científica y unidades de agentes ministeriales.
González Vargas expuso que en los tres segmentos tiene que darse la acción, investigación e inteligencia así como atender inmediatamente cuando se tenga información de un feminicidio.
Lamentó el incremento de la violencia de género en Puebla y condenó la muerte de las mujeres ocurridas en los primeros meses que han transcurrido de 2020, sentenciando que, en caso de ser designado fiscal General, combatirá la impunidad.
Subrayó que se requiere de una reestructura de fondo en la FGE para darle un rostro humano y que atienda eficazmente las denuncias presentadas por algún delito cometido en Puebla pero, sobre todo, aquellos relacionados con las mujeres.
Respecto a la imparcialidad del proceso, manifestó su confianza en el Congreso del Estado, que no habrá dados cargados y sí piso parejo para los tres aspirantes a la FGE, para brindar certeza a los ciudadanos que quien llegue será el perfil más preparado y calificado para desempeñar el cargo.
Expresó que hay tres factores para ser designado por parte del Congreso del Estado, el primero que el gobernador cumpla su palabra empeñada en campaña, durante un desayuno con abogados donde señaló que el fiscal iba a ser poblano, en segundo, cuando el entonces gobernador vetó el decreto de los diputados cuya finalidad era quitar al actual encargado de despacho, así como las declaraciones del diputado Gabriel Biestro en el sentido de que es necesaria la limpia total en la fiscalía, y ésta debe iniciar por las cabezas.
Si se juntan los tres factores de que debe ser un fiscal poblano, señaló, la congruencia de la declaración de los legisladores cuando se vetaron la iniciativa, y las declaraciones del presidente de la Junta de Gobierno, el proceso no estará viciado, y no será para mantener en el cargo a Gilberto Higuera.
Insistió en que los cambios en la Fiscalía tienen que ser desde la cabeza, además advirtió que actualmente no existen los protocolos para el actuar de los ministeriales, y recordó que su ley orgánica data de 2011, diseñada para el trabajo de una procuraduría cuestionada e ineficiente.
Dijo que se requiere el cambio en la Fiscalía para hacerla más humana, cercana a la gente, con capacidad, que sea garante de los derechos humanos, y para lograrlo tiene que haber un fiscal diferente, que piense distinto.
Reiteró que hay confianza en que el gobernador le quiere dar un giro a la Procuración de Justicia, que se quiere más cercanía con las víctimas de los delitos.
Insistió en hacer una nueva ley orgánica, hacer la normatividad, no se tienen manuales operativos, políticas internas, se carece de reglamentos, sin protocolos de actuación policial, que llevan a hechos como el del pasado viernes cuando los ministeriales tuvieron que decir “usted disculpe, nos equivocamos”.
Sostuvo que la Ley Orgánica está de 2011, y fue hecha sobre las bases de una procuraduría endeble, tachada de ineficiente y deshonesta, y no se puede construir una fiscalía con cimientos de esa naturaleza.