Tras el exhorto del diputado del Partido del Trabajo (PT), José Miguel Huerta Rodríguez, pide debatir del derecho de las personas con enfermedades terminales a que puedan decidir sobre sus tratamientos, considerado como Muerte Digna, el coordinador de la bancada del PRI, Jorge Estefan Chidiac señaló que Puebla está preparado para discutir el tema. La ex diputada Socorro Quezada Tiempo, advirtió que un amplio sector de la iglesia católica lo ha aprobado.
Estefan Chidiac indicó que es tiempo de entrar al debate, ya que hay muchas personas que están sufriendo derivado de una enfermedad que no tiene cura, pero que está recibiendo un tratamiento médico que únicamente le ofrece “una vida artificial”.
Recordó que 14 estados, incluido Tlaxcala que es vecino de Puebla, ya tiene el tema en su legislación y no significa que se vaya a aplicar la eutanasia como algunos lo quieren interpretar, sino respetar la voluntad de las personas que no quieren esa vida artificial.
Subrayó que no permitir a una persona decidir sobre la forma de cómo terminarán sus días no significa “una muerte asistida”, sino la posibilidad de elegir poner fin a sus dolores y el sufrimiento de su familia.
“He visto sufrir a muchas personas enfermedades muy graves y he visto a sus familiares sufrirlo. Hasta hoy he estado de acuerdo en que cuando alguien está sufriendo y va a morir se le deje de dar el tratamiento, lo cual no significa una muerte asistida sino simplemente no darle vida artificial a alguien (…) Vale la pena analizarlo”.
Indicó que espera que haya una iniciativa para que puedan analizarla, discutirla, y respetar la voluntad de las personas.
Pide Socorro Quezada ser sensibles
La exdiputada local Socorro Quezada Tiempo, señaló en 2018 por cuestiones familiares ya no pudo presentar la iniciativa de “voluntad anticipada”, documento que entregaría en el mes de julio.
Precisó que ella vivió con su hermano el tema, donde lamentablemente a los pacientes con una enfermedad terminal se les busca mantener vivos de manera artificial sin entender el sufrimiento que tienen.
Comentó que algunos se escudan con creencias religiosas, sin embargo en abril de 2005 el propio Estado Vaticano demostró que no es “pecado” el permitir la muerte digna, pues al Papa Juan Pablo II, no se le mantuvo vivo de manera artificial.
Recordó además el reciente caso de Colombia, donde una mujer decidió que no quería terminar inmóvil ya que enfrentaba una enfermedad degenerativa muscular, y en los tribunales ganó el caso para tener una muerte asistida, decidiendo ella después de las confirmaciones médicas que los siguientes años serían de dolor y sufrimiento.
Aclaró que en estos momentos tal vez no se acepte la muerte asistida, pero sí el derecho a una muerte digna, que un enfermo terminal decida que no quiere ser conectado a un respirador si su cuerpo ya no reacciona.
La posición de la iglesia
En 2006, el entonces arzobispo de Puebla, Rosendo Hueca Pacheco, señaló que la iglesia Católica no podrá estar a favor de una ley para practicar la eutanasia pero aclaró que sí aprueba la decisión de las personas que no desean alargar sus vidas con medios extraordinarios como operaciones y quimioterapias.
Puntualizó que la iglesia católica respetaba la decisión de las personas que no quieren prolongar su vida con medios extraordinarios, por ejemplo estar conectados a respiradores artificiales o que les tengan que extirpar algún órgano.
Insistió en que nadie está obligado a salvar su vida con los medios señalados, y un caso frecuente son los enfermos de cáncer, que prefieren no enfrentar terapias dolorosas y solo son controladas con calmantes.
El entonces arzobispo, mencionó que hay personas que piden a sus familiares e incluso firman ante un notario público que en caso de caer en estado de coma, no los conecten a aparatos que alarguen la vida, decisión que debía respetarse.