“¡El INE no se toca!”, resonó en las calles de Puebla, durante la marcha en protesta por la reforma electoral propuesta por el gobierno del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.

Al mismo tiempo en que se realizaba la megamarcha en la Ciudad de México, las principales calles del centro histórico de la capital de Puebla se llenaron de opositores a la iniciativa contra el Instituto Nacional Electoral (INE).

Las cifras empezaron a fluctuar desde que iniciaron los primeros pasos, donde se calculó que más de mil 500 personas iniciaron la protesta en el Reloj del Gallito del Paseo Bravo a escasas cinco calles del zócalo poblano.

Al llegar al primer cuadro de la ciudad, ya se hablaba de por lo menos entre 8 y 10 mil personas, quienes se fueron integrando conforme avanzaba el contingente sobre la avenida Reforma.

A la manifestación se integraron también distintos integrantes de la bancada del PAN en la Cámara de Diputados federal, como los del Congreso local y hasta el rector de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), la casa de estudios de la Derecha poblana.

La bronca

Aunque en un principio fue tranquila la protesta, solo con las exigencias de que el INE no deberá desaparecer, al llegar al zócalo, un grupo de defensores del presidente de México apareció.

Minutos antes, en la calle 11 Norte, al salir el contingente gritando a todo pulmón “¡El INE no se toca!”, también se entonó el Himno Nacional mexicano, donde en la estrofa de “Mexicanos al grito de Guerra”, empuñaban el puño al lo alto.

Justo frente al palacio municipal, un pequeño grupo de defensores de la reforma, ya esperaban al contingente y no para dialogar, sino con un: “¡Fuera corrupción del INE!” y “¡Fuera vividores!”, retaron a quienes iban llegando.

Una vez, frente a frente, empezaron los jaloneos y gritos entre sí, sin embargo, la escasa media docena de defensores de la reforma, fueron opacados por la gran cantidad de personas contrarias.

“¡Fuera chairos!” les respondieron inmediatamente al mismo tiempo de empujarlos para poder seguir la marcha, ya con los gritos de “¡México, México!”, que ahogaban los de “Fuera vividores”.

Finalmente, en medio de los “¡Fuera, fuera!” los defensores de López Obrador, desistieron, mientras gritaban, “no los toquen, déjenlos, violencia no”, al tiempo de gritarles, “¡fuera cabrones!”.

La protesta

Una vez ya instalados en la plancha del zócalo de Puebla, distintas personas empezaron a tomar el micrófono, donde se volvía a pedir lo clamado durante la hora que duró la manifestación.

Ahí se afirmó que en todo México más de 70 ciudades se unieron en la protesta, entre ellas algunas de Estados Unidos, y en el consulado del país en Barcelona, como en la embajada en Alemania.

“Hoy iniciamos una nueva batalla contra el tirado (López Obrador) y la traición a su pueblo, a su palabra”, dijo una de las manifestantes al micrófono lo que sacó los aplausos y gritos de apoyo.

Afirmó que el presidente de la república ordenó incluso bajar los recursos para los niños con cáncer y destruir a los hospitales y medicamentos, así como tirar el dinero en elefantes blancos como Dos Bocas y el Tren Maya, lo que inmediatamente sacaron chiflidos de la concurrencia.

“Hoy pretende su control absoluto de las instituciones democráticas”, fue la frase que arrancó el “¡Fuera AMLO!”.