La capital de Puebla está sufriendo una tragedia en el abasto de agua, producto de la concesión de servicio que cumplió diez años y ha generado más problemas que beneficios.
Así lo señaló el senador Alejandro Armenta Mier, al indicar que al ir caminando por distintas colonias de la zona conurbada de la capital del estado, se ha percatado del problema de abasto que no ha cumplido la empresa privada Agua de Puebla para Todos.
Este miércoles 13 de septiembre, se cumple la primera de tres décadas que fue concesionado el servicio del agua potable en la ciudad de Puebla, luego de que un mes antes lo hiciera el Congreso estatal, durante el gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas.
“La tragedia de la concesión de agua tiene a Puebla sumida en una carencia de un derecho humano, que por intereses mezquinos, perversos, corruptos, de saqueo presupuestal, tiene a las colonias con goteros y a la mayoría de los poblanos comprando pipas”, indicó.
“He recorrido la ciudad, solidarizándome las colonias, entregamos más de 20 pipas a la semana a escuelas a colonias, como una contribución”, señaló el legislador poblano.
“No es nuestra tarea, pero si con el sueldo que la ciudadanía paga contribuimos al medio ambiente y también para hacer menos la tragedia”, insistió.
Señaló que la ciudad de Puebla vive de este modo una tragedia, que es la falta de agua, por lo que está convencido de que la primera tarea que hay que atender es la seguridad en su más amplio sentido, pero también el problema de abasto de agua.
La decena trágica
Desde que entró en operaciones, la empresa Agua de Puebla para Todos, perteneciente a Concesiones Integrales, ha duplicado las tarifas.
Desde entonces se han registrado centenares de amparos y protestas por el desabasto, cortes presuntamente injustificados y un deficiente saneamiento, lo que se cobra mes con mes.
Agua de Puebla para Todos, obtuvo la concesión por 30 años del abasto de agua potable, el drenaje, alcantarillado y saneamiento de aguas residuales del municipio de Puebla y algunas regiones de Amozoc, San Pedro y San Andrés Cholula.
El entonces gobernador Rafael Moreno Valle con el Congreso de entonces, autorizaron al Soapap concesionar el servicio, con la promesa de que la empresa beneficiada daría al Estado una contraprestación de mil 486 millones de pesos de inmediato.
Se señaló que se disminuiría el índice de morosidad; ampliaría la infraestructura y renovaría la existente, a fin de reducir las fugas que provocaban la pérdida de hasta el 40 por ciento del abastecimiento.
Pero, según especialistas y activistas, 10 años después, poco se ha cumplido, e inclusive se sigue perdiéndose más de un tercio del agua que se extrae, mientras el abasto ha empeorado, la infraestructura es obsoleta y el saneamiento es nulo.