Esto que os voy a mostrar parece ciencia ficción, pero no lo es. Lei Jun, consejero delegado de Xiaomi, sabía que tenía un as en la manga. Cuando todos daban por hecho que la presentación del nuevo buque insignia del fabricante chino estaba acabando, Lei ha mostrado la estrella que tenía escondida: el Xiaomi Mi Mix, un espectacular teléfono móvil diseñado por Philippe Starck. Es el smartphone del futuro, ha asegurado Lei esta tarde frente a un sorprendido público que ya comenzaba a abandonar el estadio de la prestigiosa Universidad de Pekín. Hace diez años este móvil cambió el mundo, ha dicho mientras mostraba una fotografía del primer iPhone. Desde entonces, todos se han parecido. En los próximos diez años, el smartphone seguirá siendo indispensable en nuestras vidas, pero cada vez se parecerá más al Mix.
Se trata de un terminal en el que lo más llamativo es que la pantalla de 6,4 pulgadas cubre nada menos que un 91,3% del tamaño total del cuerpo, que está hecho completamente de cerámica. Eso supone un 23% más que en el iPhone 7. De esta forma, parece como si casi todo el móvil fuese un cristal, con una estrecha banda negra en su extremo inferior. Teníamos en mente que el móvil del futuro sería un simple cristal transparente. Obviamente, ese es un concepto que puede que nunca se materialice. Pero nos sirvió de guía para investigar. Cuando empezamos a trabajar en el Mix no pensamos en la posibilidad de fabricarlo en masa. Pero, al final, ha sido posible gracias a nuestro joven equipo, que no tiene miedo y que ha logrado el rápido desarrollo de nuevas tecnologías que van a cambiar la industria, ha apuntado Lei.
La extraña ubicación del auricular, cuyo funcionamiento bajo el cristal no ha detallado Leí. El costo de producción es extremadamente elevado, pero no lo hemos querido pasar a los consumidores. Así, la versión tope de gama, con 6GB de memoria RAM y 256 GB de almacenamiento interno, cuesta 3.999 yuanes (540 euros), la mitad de lo que hay que pagar por el iPhone más caro de Apple. Y la más barata, con 4GB de RAM y 128GB de ROM, se puede adquirir por 3.499 (475 euros).
La cerámica es un material muy antiguo, pero a la vez muy vanguardista. Sobre todo porque es extremadamente fuerte, cuatro veces más que el acero. Y proporciona una estética que no muere, ha explicado el diseñador francés durante su aparición estelar sobre el escenario. Pero también es material muy delicado y difícil de manejar. Cada cien cuerpos que fabricamos, sólo unos pocos pasan los tests de calidad, porque es difícil lograr que el borde quede perfecto, ha añadido Lei. En cualquier caso, el móvil destaca también por muchos otros elementos: incorpora el nuevo chip Qualcomm Snapdragon 821, y lo hace a una frecuencia superior a la del Pixel de Google -2,35 Ghz.-, cuenta con una generosa batería de 4.400 mAh. con carga rápida 3.0, y destaca en fotografía y audio gracias a una cámara con un sensor de 16 megapíxeles y sonido de alta definición.
Lógicamente, el inesperado bloque cerámico negro del Mix, que incluye un toque de oro de 18 kilates en el borde de la cámara, ha eclipsado al otro móvil que, en realidad, es el que el público había ido a conocer. Y había mucha expectación, porque han pasado ya casi dos años desde que Xiaomi decidió romper la barrera psicológica de los 3.000 yuanes (400 euros) con un smartphone. Es un período de tiempo extremadamente largo para un país y un sector caracterizados por la gran velocidad a la que evolucionan. Así, aunque el Mi Note continúa siendo un gran smartphone, con un procesador Qualcomm Snapdragon 810 y 4GB de memoria RAM, carece de elementos tan básicos ya como el sensor de huellas dactilares, que Xiaomi incorpora incluso en los aparatos de gama baja, o el estabilizador óptico que mejora sustancialmente la calidad de fotografías y vídeos en móviles más económicos.
Pero parece que la espera ha valido la pena. El Mi Note 2 que hoy ha presentado la marca china es un poderoso terminal que nace con la vocación de convertirse en un misil dirigido a la línea de flotación de competidores como Samsung o Apple. No en vano, a pesar del fiasco que ha sufrido la empresa surcoreana con el explosivo Galaxy Note 7, Xiaomi ha optado por copiar su estrategia y ha decidido sumarse al selecto grupo de fabricantes que hacen suya la pantalla curvada por ambos extremos. Es un elemento cuya utilidad puede resultar cuestionable, pero que otorga al nuevo buque insignia de Xiaomi un toque distintivo y un aire premium que se completa con un diseño muy cuidado, inteligentemente heredado de su predecesor. Eso sí, debido al uso de cristal en la tapa trasera, el color negro es un imán para huellas dactilares cuando las manos no están perfectamente limpias. El ‘plata glaciar’, sin embargo, resulta espectacular.
Como no podía ser de otra forma, si la apariencia ya es impactante, el cerebro tampoco decepciona. El Mi Note 2 esconde el chip Qualcomm Snapdragon 821, 6GB de memoria RAM en su versión más cara, y una cámara con un sensor Sony de 22,3 megapíxeles. También adopta la tecnología ultrasónica que Xiaomi estrenó con sus dos últimos terminales -el Mi5s y el Mi5s Plus- en el sensor de huellas dactilares, que promete ser el más rápido y fiable del mercado, y el estabilizador electrónico que se echa de menos en la gama media de la marca. Las únicas pegas están en la falta de un estabilizador óptico que ayude al electrónico y en la luminosidad del objetivo de la cámara, que se queda en un f 2.0 que sabe a poco, sobre todo cuando rivales como OPPO han lanzado ya móviles con f 1.7. En cualquier caso, Lei no exagera mucho cuando dice que es el mejor móvil que existe actualmente en el mercado.
De hecho, los dos aparatos que ha presentado hoy Xiaomi tienen potencial suficiente para ser disruptivos en la industria, de la misma forma que hizo la marca en sus inicios, cuando logró un éxito fulgurante gracias a su excepcional relación calidad-precio. Sin embargo, también es evidente el giro que Xiaomi está dando a su estrategia comercial. Su presidente, Lin Bin, aseguró a EL PAÍS en una entrevista concedida en 2013 que la compañía era capaz de ofrecer una gran relación calidad-precio gracias a su mínimo presupuesto en promoción y al hecho de que únicamente vendía online, un canal que le ofrecía hasta un 30% de ahorro sobre el tradicional.
No obstante, ahora Xiaomi ya tiene tiendas físicas que guardan parecidos más que razonables con las Apple Store, y sus anuncios están por todas partes: marquesinas de paradas de autobús y de metro, televisión, y hasta ascensores de urbanizaciones privadas. Es más, incluso ha logrado que el renombrado actor Tony Leung sea el embajador del Mi Note 2. Sin duda, ha bastado con ver el tumulto que se ha creado cuando ha aparecido en el escenario para certificar que en China su tirón supera al de estrellas como Scarlett Johannson -que fichó por Huawei- o Cristiano Ronaldo -rostro de Nubia-.
Xiaomi incorpora incluso en los aparatos de gama baja, o el estabilizador óptico que mejora sustancialmente la calidad de fotografías y vídeos en móviles más económicos
Lógicamente, muchos se preguntan si la marca, que también ha diversificado su catálogo de productos para abarcar casi todos los elementos que compondrán el hogar inteligente, no se está convirtiendo en una más. Desde Xiaomi, sin embargo, sostienen que se están adaptando a las necesidades del público, que demanda lugares offline en los que puedan ver, tocar, y sentir los productos que, luego, posiblemente adquieran por Internet en las locas ventas flash que organiza la empresa. En cualquier caso, es evidente que Xiaomi ha perdido parte del aura de start-up joven que le acompañó en sus inicios, cuando derribó a las empresas tradicionales con una estrategia de desenfadada cercanía al usuario. Pero también es obvio que la competencia ha aumentado, y que rivales tradicionales como Huawei o ZTE han contraatacado copiando la estrategia de Xiaomi. Ahora, sin embargo, la empresa de Lei dispara donde más duele: en el tope de gama.
Finalmente, aunque la empresa no ha dicho nada al respecto, en la presentación del Mi Note 2 ha flotado el escándalo de los móviles extremeños Zetta, cuya historia ha saltado ya a blogs y foros chinos, donde la mayoría de los usuarios no esconden su sorpresa. En tono de guasa, algunos se preguntan si la crisis económica no ha provocado que España se convierta en la China de hace una década. La innovación es ahora cosa de empresas como Xiaomi, que consiguen ofrecer la última tecnología a precios asequibles para todo el mundo, comenta uno de los fans que ha asistido al evento.