En las próximas horas un escándalo sacudirá las instalaciones de la Policía Ministerial del Estado (PME), ya que dos comandantes estarán muy atareados por defenderse de un señalamiento en su contra que los implicaría en la protección a delincuentes.
Resulta que los cinco detenidos de la banda de asaltantes que tenía su casa de seguridad en San Juan Cuautlancingo, al rendir declaración por separado implicaron a los comandantes Faustino Flores Muñoz —actualmente destacado en la comandancia de Teziutlán— y a Andrés Morales, a quien todos le dicen “el hijo de don Melquiades” —adscrito a Matamoros— como quienes les brindaban protección para que cometieran asaltos, la mayoría de estos con lujo de violencia.
Los cinco detenidos que forman parte de una fuerte organización criminal, han confesado no sólo los robos que cometieron utilizando armas de alto poder, sino que además dieron los nombres de otros de sus cómplices que son buscados afanosamente, además de que aportaron datos de policías que les brindaban protección.
En las próximas horas todo será aclarado.

En la mira, comerciante defraudador de Tepeaca
En el mes de abril, un comerciante identificado con el nombre de René Pérez López, dueño de varias bodegas de verduras en la zona de Huizcolotla y de la Central de Abasto de ese lugar, reunió al menos 112 adultos y 60 menores, a quienes les ofreció trabajo para recolectar ejote en el estado de Michoacán, de manera especifica en el municipio de Yurécuaro.
Les dijo que a todos les iba a pagar un buen salario, alimentos y alojamiento, ya que el trabajo de cosecha era de un mes y los iba a regresar en autobús. Les pidió que le tuvieran confianza y todos aceptaron.
Hombres, mujeres y niños fueron a trabajar en calidad de jornaleros. Su trabajo sirvió para que fueran cargados varios camiones con ejote. El trabajo terminó el 20 de mayo y fue entonces cuando don René los abandonó a su suerte, no les dejó ni para comer, ni para regresarse. Tampoco les pago.
Durante el tiempo que esos 112 adultos y 60 menores recolectaron el ejote, sobrevivieron por su propia cuenta. No les pagaron sus alimentos, sólo les permitieron quedarse en un cuartito donde todos se acomodaron y pasaron hambre y frío.
Al quedarse solos los afectados no tuvieron que otra que pedir ayuda a sus familias para regresar a sus casas, en la zona de Tepaca de Negrete. El regreso les costó poco más de 15 mil pesos, y desde su regreso han emprendido una lucha para que les paguen los 90 mil pesos que les deben por el trabajo de recolección.
Los afectados ya llegaron hasta el Ministerio Público de Tepeaca, de hecho ya presentaron la denuncia correspondiente y están dispuestos a “negociar” si René Pérez López les paga los 90 mil pesos que les adeuda, ni siquiera los 15 mil que invirtieron para regresarse o lo que pagaron para comer.
Pero el comerciante ahora se divierte citándolos y dejándolos plantados.
El caso de impunidad se agrava luego de que no hay presión del Ministerio Público para obligar a don René a pagar. ¡Vaya, el expediente ni siquiera ha sido consignado!
Sería importante que la Comisión de Derechos Humanos vigile que no se sigan violentando más los derechos humanos de 112 adultos y 60 menores que invirtieron su esfuerzo y sus recursos para ganar dinero trabajando honradamente, y que fueron defraudados por un vivales.