Famoso por sus constantes faltas de ortografía en las redes sociales, el diputado priista Edgar Salomón Escorza, no quiso volver a pasar desapercibido en un evento y se le ocurrió decir (quiero creer que sin pensar) que el “Plan Puebla 2030” presentado por la Universidad Autónoma de Puebla, carece de contenido y fundamento.
El legislador simplemente sintió que no sirven para nada las investigaciones realizadas por los expertos de la máxima casa de estudios, quienes analizaron lo que sucede en el país y las posibles soluciones al estancamiento en el que evidentemente vivimos.
Realmente quiero pensar que el joven representante en el Congreso Local se fue de boca e hizo declaraciones fuera de lugar pues tampoco realizó un análisis de los motivos por los cuales desde su particular punto de vista, el Plan Puebla 2030 presentado ayer en la mañana en el Complejo Universitario no fue de su “agrado”.
Cabe destacar que la propuesta de la UAP se concentra principalmente en la aplicación de mayores recursos en educación, para así revertir el grave conflicto por el que atraviesa el país, como la pobreza (en la que el 60 por ciento de los poblanos vivimos de manera estancada), la inseguridad, el desempleo, entre otros. Los investigadores ponen como ejemplo países como Brasil y Chile por el avance que registran en los últimos diez años.
Aunque la explicación del Plan Puebla 2030 es una propuesta presentada en primera instancia a los priistas, la realidad es que el objetivo del rector Enrique Agüera es que todos los actores políticos tengan conocimiento del mismo y trabajen de manera conjunta independientemente de las filias y fobias partidistas.
Expresidente municipales, diputados locales, federales, exrectores, académicos, todos, absolutamente todos aplaudieron la intención de la Universidad Autónoma de Puebla de coadyuvar en el progreso del estado.
Para nadie es un secreto que el personaje en cuestión, fue secretario particular de Othón Bailleres, quien por cierto fue destituido como presidente de la gran Comisión del Congreso en la legislatura pasada.
Tal es su incongruencia que luego de ser apasionadamente Zavalista, de repente se convirtió en el diputado favorito del gobernador Rafael Moreno Valle, para quien fielmente trabaja pese a ser de la “oposición”.
Hasta el momento, su trabajo legislativo se resume a una iniciativa de ley para que la Secretaría de Educación Pública combata la anorexia y bulimia en los estudiantes y algunos puntos de acuerdo para exigir que Pemex pague y rehabilite por la explosión registrada en san Martín Texmelucan el año pasado.
¿No le parece extraño que Edgar Salomón sea el único de los priistas que opinó negativamente del proyecto?
¿Su carrera política o académica lo respaldan como para opinar tan deliberadamente?
Lo dudo.