Luisa María Calderón Hinojosa es diferente. Su candidatura al gobierno del estado de Michoacán ha puesto en evidencia que efectivamente en una familia los hermanos son como los dedos de la mano: todos distintos.
A diferencia del presidente de México, Felipe Calderón, “Cocoa” proyecta una personalidad que es imposible pasar desapercibida. Inteligente, simpática, extrovertida y con una mente abierta, lo que pareciera increíble en un panista.
Michoacán es una entidad en donde la izquierda ha sabido mantener el poder; sin embargo la decisión del blanquiazul de lanzar a su mejor producto no solo por su calidad de mujer, sino por el parentesco con el primer mandatario lo coloca en una competencia real.
Es evidente que el posible triunfo de Luisa María será el parteaguas para que a nivel nacional repitan la estrategia. Creo firmemente que el país esta preparado para ser gobernado por una mujer. Mi concepto de política no radica en la diferencia de géneros, sino en capacidades.
Si la panista logra el triunfo en un estado que se ha caracterizado por las preferencias hacia la izquierda, la hermana del presidente se convertirá en el ejemplo a seguir a nivel nacional y quizá en los estados que vivirán el proceso electoral de 2012, exentando Puebla.
Hasta hoy, el panismo poblano se caracteriza por ejercer una línea política comandada por varones. En su historia jamás ha lanzado a una mujer como aspirante a un cargo de elección popular de primer nivel, llámese senaduría y mucho menos una gubernatura. Claro, las mujeres tienen la oportunidad de competir en los procesos internos del blanquiazul, casi con la certeza de que serán descartadas por cualquier circunstancia.
¿O me equivoco?
El proceso electoral que se aproxima será la muestra fehaciente de mis palabras. Quizá el PAN en Puebla esta vez decida arriesgar un poco más, a diferencia de las elecciones del año pasado, en las que por cierto fue multado con 300 mil pesos por incumplir con la equidad y genero, y se atreva a lanzar a una mujer en la formula al Senado.
Esta vez no serán bendecidos por las alianzas. Esta vez tendrán que hacerse de sus mejores armas, de sus mejores productos.