Desde hace poco más de dos meses, los poblanos nos hemos visto obligados a ser testigos de un intento de campaña publicitaria en donde el punto medular es la supuesta expectación.
Como el lanzamiento de un nuevo producto de esos que desde su inicio sabemos que no tendrán éxito por la simple presentación, un aspirante candidato panista a diputado federal de nombre Jaime Aurioles, se ha dedicado a pintar bardas, colocar espectaculares y calcomanías en la parte trasera del transporte publico, principalmente en la zona del distrito 11.
Con leyendas “¿Quién es Jaime Aurioles?” o “www.lamismavoz.com.mx”, el joven funcionario del gobierno federal ha intentado —sin mucho éxito— promocionar su imagen.
En una estrategia un tanto contradictoria pues la página de internet muestra un video casero en el que supuestos ciudadanos piden un cambio para Puebla, en el que demandan principalmente seguridad, empleo y mejores salarios. Quizá no le informaron a Aurioles que se supone que eso mismo es lo que no ha cumplido el presidente del país, de extracción panista.
Pero más allá de eso, Jaime Aurioles no midió que en caso de verdaderamente convertirse en candidato del PAN a diputado federal, habrá violado el reglamento electoral por actos anticipados de campaña.
Le sucedió a un presidente municipal, aspirante a gobernador de Querétaro, quien salió en un espectacular con su familia deseando feliz Navidad, ya que perdió la candidatura al gobierno del estado por promocionar su nombre antes de las fechas legalmente establecidas como precampañas.
Jaime Aurioles es un pseudo político más de esos que suelen aparecer de la noche a la mañana. El joven, quien por cierto carece de una personalidad impactante o por lo menos digna de registrar en la memoria, pretende colarse en esta contienda electoral.
Serán los propios panistas los que decidan darle o no la oportunidad de convertirse en candidato a una curul federal, y aunque dicen que cuenta con padrinazgos importantes, la realidad es que hasta el momento poco es lo que ha demostrado el suspirante.
Ya establecidos los tiempos electorales, los aspirantes que ocupen un cargo en las filas del gobierno deberán renunciar a sus cargos antes de que concluya el año. Será en estos días cuando sepamos si “El Chiquitín”, como le dicen a Aurioles, siga o no con su fallida campaña publicitaria.