Por si pudiera faltar algo más a la ya larga cadena de desatinos, sumisión, abyección y colaboracionismo, el diputado priista por Acatlán, Ernesto Leyva (@Netodechinantla), presentó hace unos días una iniciativa con la finalidad de ampliar a siete años el periodo de permanencia del titular de la Auditoria Mayor del Congreso del estado, con la oportunidad de reelegirse para un periodo más al frente de este organismo.
Por supuesto que la propuesta tiene dedicatoria: perpetuar a David Villanueva Lomelí, yerno del exgobernador Melquiades Morales Flores al frente del OFS, para que sea el encargado de tapar de por vida las anomalías que pudieran existir en la actual administración. El diputado priista juega el papel de “tonto útil” en esta ocasión, mismo rol que ya jugaron Lauro Sánchez en el caso de las reformas para que el gobernador pueda modificar a su antojo el presupuesto sin la autorización del Congreso y que también han jugado otros de sus compañeros, como el panista Antonio Vázquez, para poner en la mesa la #LeyMondragón.
Hasta cuándo el CEN del PRI va a permitir que en Puebla su partido le siga haciendo el trabajo sucio al gobernador Moreno Valle. Hasta cuándo Pedro Joaquín Coldwell va a permitir que sus diputados hagan el papel de fontaneros y sigan moviéndose en la mierda aprobando todo lo que va en contra de su partido y del interés ciudadano. La dignidad es algo que ha perdido la actual bancada priista, la cual deberá de pasar a la historia como la bancada de la ignominia.
Qué cara podrán estos diputados rendir sus informes de labores, cuando se han pasado lamiéndoles los pies al Ejecutivo en turno y convertidos en una “Oficialía de partes”.
Los ciudadanos deben de recordar muy bien estos nombres: Edgar Salomón Escorza, Ramón Felipe López Campos, David Espinosa Rodríguez, Ernesto Leyva Córdoba, Eleofermes Palacios Reyes, David Huerta Ruiz, Elvia Suárez Ramírez, Lauro Sánchez López, Jorge Luis Coriche Avilés, Ricardo Urzúa Rivera, Zenorina González Ortega, Iván Conrado Camacho Moreno, Juan Manuel Jiménez García y Gerardo Mejía Martínez. Ésta es la lista de los diputados del PRI que más bien debería de dejarse de llamar diputados y de plano pasar a engrosar las filas de la burocracia porque en realidad son empleados del gobernador.
Autoritarismo puro
Un parámetro para medir cuanta libertad hay en una entidad es ver lo que ocurre con los llamados organismos “autónomos” y en este sentido Puebla está reprobada. La Comisión Estatal de los Derechos Humanos está en manos de un empleado del gobernador, de nombre Adolfo López Badillo. El Órgano Superior de Fiscalización la opera otro empleado del mandatario estatal de nombre David Villanueva Lomelí, yerno del principal promotor del gobernador Moreno Valle, el tristemente célebre Melquiades Morales Flores.
El Instituto Electoral de la entidad, por otro empleado del gobernador de nombre Miguel David Jiménez López, el cual le debe su nombramiento al mandatario, debido a su segundo apellido. Otro empleado del gobernador, Francisco Javier Fregoso, tomará en breve las riendas de la Comisión de Acceso a la Información Pública, debido a que culmina el periodo de Blanca Lilia Ibarra Cadena al frente de este organismo. Cabe destacar que Ibarra ha sido una mujer valiente que ha luchado por hacer realidad el tema de la transparencia y ha pagado las consecuencias de sus actos a través de la intimidación y una auditoría iniciada a principios de este año, además de otras lindezas en contra de su familia.
Ni que decir de los otros dos poderes en el estado, sometidos a los designios del mandatario estatal, el cual hace y deshace a su antojo, con la complacencia del priismo local que, gustoso, se suma a la orgía autoritaria y con el resto de los partidos políticos, también dominados por el gobernador.
Una raya más al PRI

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