El próximo jueves inicia lo que para algunos será la batalla más difícil de ganar, pues se enfrentarán a una pelea contra circunstancias políticas nunca antes vistas. Una capital y un estado gobernados por distintos protagonistas emanados de Acción Nacional y un presidente electo de México 100 por ciento priista. Sin olvidar la existencia de un nuevo partido político: Compromiso por Puebla.
Los cambios dentro de los partidos políticos son sólo el inicio y el parteaguas de lo que sucederá en Puebla. En el Revolucionario Institucional llega, por el momento, Silvia Tanús a la Secretaría General; sin embargo la verdadera intención es que sea la exsubsecretaria de Gobernación la que esté al frente del tricolor. Sí, el objetivo del Comité Ejecutivo Nacional es que sea Tanús la presidenta del Comité Directivo Estatal, pues para el CEN del PRI es una mujer dura de roer, aunque con una cercanía innegable con el gobernador Rafael Moreno Valle.
En Acción Nacional es casi un hecho la “designación”… perdón, elección de Rafael Micalco como líder estatal del blanquiazul quien cumple con el perfil requerido por quien manda para hacerse responsable de los candidatos de este instituto político.
La izquierda vive una evidente ruptura y deberá analizar la posibilidad de volverse a aliar con la derecha, si es que quiere ocupar un escaño y conservar los municipios ahora gobernador por ellos. Andrés Manuel López Obrador no será un impedimento y Eric Cotoñeto no rechazará la propuesta.
A partir del jueves los poblanos seremos invadidos por declaraciones, guerras, obsesiones, traiciones y hasta uniones aparentemente absurdas, pero con un mismo fin: obtener el poder, hoy tan deseado.  El 15 de noviembre inicia oficialmente, según lo establece el propio Instituto Electoral del Estado, el proceso electoral 2013 en el que los poblanos decidiremos quienes serán nuestros representantes populares y presidente municipal. Sin embargo, no sólo estará en juego el cargo, sino la lucha de poder por ocupar el mismo y por única vez, por periodo superior a los cuatro años y medio.
Tentador, ¿no?