El gobernador del estado desarticuló completamente su gabinete, con tal de conseguir su principal objetivo: salir bien librado de la contienda electoral del próximo 7 de julio.
En este afán, sacrificó todo lo que tenía que sacrificar pero la administración pública es hoy un verdadero desbarajuste.
Salvo honrosas excepciones, como lo es Luis Maldonado Venegas, el resto de los personajes que forman parte del nuevo rostro de la administración morenovallista son “de medio pelo”.
¿Dónde quedaron los head hunters que se contrataron al inicio de la actual administración para la integración del “gabinetazo”? ¿Dónde quedaron “los mejores hombres de Puebla”? Todos se fueron a la campaña.
La inestabilidad ha sido la constante durante la administración morenovallista, donde los cambios han estado a la orden del día y en donde las mujeres brillan por su ausencia, luego de las salidas de Amy Camacho y Patricia Leal Islas.
Los únicos sobrevivientes del galimatías gubernamental han sido el procurador Víctor Carrancá, el titular de la secretaría de Transportes, Bernardo Huerta y el todopoderoso secretario de Finanzas, Administración y Desarrollo Social, Roberto Moya Clemente.
Por cierto, hoy por hoy, son dos los personajes con mayor peso en la administración morenovallista: el ya mencionado Moya y Luis Maldonado Venegas, quien tienen en mente ser realmente el jefe del gabinete y no una mera figura decorativa.
Vamos a ver cómo le va al gobernador en esta nueva etapa de su administración, donde hay una necesidad imperiosa de dar resultados porque, necesariamente, las comparaciones surgirán inmediatamente entre lo que se hizo en los dos primeros años y lo que se hará posteriormente.
Caso Libres
Óscar Pozos Vergara es quien ha logrado el consenso en Libres para abanderar al PRI y recuperar la alcaldía en manos del PAN. Cuenta con el consenso y adhesión de cinco aspirantes, además del respaldo formal y por escrito de los sectores CTM, CNC, CNOP, Organismo de Mujeres y Movimiento Territorial.
La lucha está entre él y Malco Ramírez, expanista, a quien la dirigencia del PRI le permitió ser delegado y aspirante, juez y parte en este proceso (hasta oficina tiene en el segundo piso del edificio del PRI), y quien ha aprovechado el cargo para promoverse y difundir encuestas “fantasma” a su favor, colocar lonas y salir en revistas y espectaculares.
A Malco Ramírez, al mismo tiempo secretario general de trabajadores de la Secretaría de Salud en Libres, lo recuerdan porque pidió el voto y nunca regresó, y nada hizo en beneficio de la comunidad.
El problema, de concretarse la imposición del médico, es que el PRI volvería a perder Libres. Lo saben en la dirigencia estatal, ya que hasta las mediciones del partido favorecen a Óscar Pozos, quien a través de su trabajo en la CTM cuenta con arraigo y trayectoria.
Inconformidad en Cuautlancingo
Al PRI le brotan inconformidades por todos lados, Cuautlancingo es otro de los “focos rojos”. Hugo Tépox, uno de los aspirantes, considera que podría imponerse como candidato a Víctor Cuaxiloa Vicent, actual presidente del Comité Municipal del PRI, quien mantiene un fuerte vínculo con el actual presidente municipal de extracción panista, prueba de ello es que Víctor Cuaxiloa tiene como prebenda las direcciones de Ecología y Tránsito Municipal, así como la Regiduría de Salubridad.
El principal operador de Víctor Cuaxiloa es José Luis Camela, quien se ostenta como representante de la estructura que apoya a Blanca Alcalá en su aspiración por la gubernatura de Puebla. Cabe señalar que Camela fue postulado las dos veces anteriores a esta elección, por el PRI, a la presidencia de Cuautlancingo y en ambas fue derrotado por el PAN, pese a que siempre se dijo que su imposición llevaría a la derrota, tal y como se dice hoy en día de Víctor Cuaxiloa, pero como reza el dicho: “El que por su gusto muere, hasta la muerte le sabe”.
Galimatías gubernamental

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