Nomás se dio la media vuelta.
San Fermín ha estado presente como cada año en las fiestas de Pamplona, la gran y alegre ciudad navarra. El recorrido que en promedio tiene una duración de dos y medio a tres minutos ha tomado en el primer encierro, un total de cinco minutos y seis segundos, todo debido al afán protagónico de “Deseadito”, un colorado, ojo de perdiz, bocinero, muy bien cortado, guapo, jarifo y con buena armadura, montadito y vuelto de pitones; quien ha sido el culpable del retraso, aunque el grupo de “alcurrucenes” que arrancó compacto, al poco, en la calle de Estafeta inició a estirarse, quedando atrás “Deseadito”, quien amenazante y una vez cortado, de cuando en cuando se daba la vuelta y miraba a los corredores, súbitamente detenidos, los miraba y movía de arriba abajo el bien armado testuz, parecía decirles: “¿Qué chingaos?” y los mozos, todo de blanco vestidos, reculaban con los brazos abiertos, se caían y hacían bolas, tirados en el adoquín.
Al fin, los pastores, de verdes camisas polo, con sus largas varas han animado al colorao’ a retomar la senda del buen camino y lo han llevado al túnel que desemboca al albero de la plaza, donde la gran algarabía de miles de asistentes ha alegrado esta primera carrera.
El santo obispo San Fermín, cuya historia dice que fue descendiente de familia del Senado romano, data de los años 300, primero misionero, llega a obispo y muere martirizado, es patrono, al alimón de las tierras navarras con San Francisco Javier y en su cuadrilla lleva a San Saturnino, quien es el verdadero patrón titular de Pamplona y los tres se han hecho presentes con su toreros capotillos protectores.
Atendiendo a los cánticos de oración, que rezan: “Entzun, arren, San Fermín zu zaitugu patroi, zuzendu gure oinak entzierro hontan otoi. ¡Gora San Fermín, Gora!”. Que significa: “A San Fermín pedimos por ser nuestro patrón nos guíe en el Encierro dándonos su bendición. ¡Viva San Fermín, viva!”
Y, otro día, por la mañana del lunes se han corrido los de doña Lola; Dolores Aguirre, que han empleado dos minutos y 27 segundos para un recorrido, llano, limpio, sin lesionados, a la vez, rápido y emocionante, el grupo del encierro ha corrido agrupado a la salida y después se ha alargado y abriéndose en dos grupos de toros, dando lugar a que se vieran bonitas carreras. No cabe duda que San Fermín y sus colegas, San Francisco Javier y San Saturnino, se han hecho presentes en las calles de Pamplona.
El martes debut de “Valdefresno” con un encierro corrido en 2 minutos con 29 segundos, rápido, a pesar de múltiples caídas, peligroso de punta también con un toro en la “pole position” que en la calle de Santo Domingo fue buscando y tratando de barrer a los corredores de los lados. Vistoso y lúcido, marcando un buen debut para los valdefresneros.
Y el miércoles han salido de pits los de Victorino del Río, con su hermoso hierro que lleva una muy victoriana “V” con una elegante “T”, una “R” y con vistosa corona de marquesado; asombrosamente corrieron para establecer un tiempo récord de dos minutos y 13 segundos, bajando en tres segundos su propio récord de la vuelta más rápida al circuito, que además de veloz ha sido con el grupo de toros compacto que han hecho un recorrido en manada y bien agrupados. Sustos, golpes y caídas han abundado, pero afortunadamente sin consecuencias. Las fotos lo dicen todo.
Faltan por correrse los de Torrestrella y los míticos Miuras, cuyas fotografías reseñadas en el campo bravo lucen imponentes. ¡Amo' a ve’! Que ocurre primero en las calles y luego en el ruedo de la plaza.
Las imágenes lo dicen todo