De manera más que sospechosa, desde hace algunos meses tres medios de comunicación nacional —dos periódicos y dos portales electrónicos— abandonaron su postura crítica hacia la figura de Moreno Valle de la noche a la mañana, dejando a un lado los agudos reportajes, para sustituirlos por información con tintes oficialistas.
Lo que era un secreto a voces dejó de serlo cuando un resolutivo de la CAIP obligó al gobierno del estado a hacer público el gasto que, en materia de publicidad, otorgó la administración morenovallista en sólo tres meses.
El reportaje que hoy publica Intolerancia Diario, firmado por Jorge Castillo, demuestra que las medios nacionales que recibieron contratos millonarios por conceptos de publicidad fueron precisamente Reforma, El Universal, La Silla Rota y Animal Político.
“Casualmente” son estos medios los que dieron un evidente viraje al manejo de su información respecto a la administración morenovallista.
No se necesita jugar al adivino para entender los motivos que hicieron cambiar el sentido de la información que estos medios presentan de nuestro estado.
Todo lo anterior, sin contar los acuerdos que —se presume— en tiempos electorales hicieron diversos operadores morenovallistas.
Por lo pronto, lo que era un secreto a voces hoy es un asunto público, gracias al efectivo recurso interpuesto por Intolerancia Diario ante los órganos de transparencia.
 
La represión de la SEP
Antes de entrar al fondo de este tema, debo subrayar que he sido uno de los millones de críticos del movimiento de la CNTE que tiene secuestrado a buena parte de nuestro país.
Nadie en su sano juicio puede justificar la extorsión social que la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación realiza por todo lo largo y ancho del país.
Sin embargo, a diferencia de la CNTE, lo que hicieron los maestros poblanos no fue otra cosa que manifestar su inconformidad dentro de los rangos que la ley permite.
Los maestros de Puebla decidieron hacer un paro de un día dentro de sus centros de trabajo, lo cual está contemplado como un derecho constitucional.
Pese a lo anterior, desde Casa Puebla salió la orden de destituir de sus cargos a 32 directores, quienes fueron puestos a disposición de la SEP dándoles un trato de delincuentes.
Sin temor a equivocarme, la acción que la Secretaría de Educación Pública ejecutó en contra de 32 directores por haber participado en el “paro activo” de hace dos semanas es la muestra de represión magisterial más grave en la historia de Puebla.
Me queda claro que el titular de la SEP, Jorge Alberto Lozoya, es el menos culpable del caso, por una simple y sencilla razón: porque el señor secretario no tiene ni la más mínima idea de qué es lo que sucede en esa dependencia.
De ahí que los verdaderos operadores morenovallistas al interior de la SEP sólo hayan obedecido la acción hitleriana por ser una orden del Señor de los Cerros.
Así, de un plumazo borraron la trayectoria de estos maestros con pulcros expedientes cuidados a lo largo de su vida, por un simple capricho.
Los verdaderos poblanos sabemos de la vocación de los docentes, particularmente de los directores de los Centros Escolares.
Pero, ¿cómo explicarle a un egresado de una filial de Harvard lo que representa para Puebla el historial de los Centros Escolares y sus docentes?
Es el costo de estar gobernados por un poblano por accidente y una docena de fuereños.