Ya lo comentábamos la semana pasada, el Puebla empezaba a tomar forma bajo la batuta del argentino Rubén Omar Romano; la parte defensiva tomaba forma y el “talón de Aquiles” se encontraba en la parte delantera del equipo, donde los ataques eran esporádicos y poco se ofendía al rival. Sin embargo, ayer la escuadra demostró que, una vez superado el armado del cuadro bajo, el reto era lograr atacar y concretar con eficiencia. Por momentos el equipo lució bien equilibrado e incluso se dio el lujo de pasearle la pelota a un equipo de Tijuana que vino a encontrarse al Cuauhtémoc a un Puebla renovado y con mucha idea de lo que pretende en los partidos. El 2 por 0 refleja lo que fue el partido, y fue un marcador más que justo.
Romano deberá seguir trabajando en el desempeño del equipo porque tampoco podemos olvidar que, en algunos lapsos del partido, la escuadra fue superada e incluso dos mano a mano contra Villalpando estuvieron a punto de cambiar la historia del partido; afortunadamente, se pudieron solventar esas acciones en contra para poder rescatar una valiosa victoria que pone a La Franja en zona de calificación. Y, lo más importante, que en la combinación de resultados y con la derrota del Atlante en Toluca la diferencia de puntos en el tema porcentual se abre a 14, lo cual —créame— es un buen colchón para trabajar con tranquilidad y motivación.
Por otro lado, si los Camoteros aspiran a calificar tendrán que empezar a sumar de a tres jugando en patio ajeno, pues en casa únicamente quedan dos partidos, los cuales me parecen ganables (Pachuca y Atlas), pero para lograrlo se necesita sumar al menos 25 puntos y las visitas a León, América y Morelia la verdad no lucen nada sencillas, axial es que si queremos liguilla al menos se debe sumar una victoria en patio ajeno acompañada de un empate.
Lobos BUAP vive
Los universitarios sacaron un valioso empate a cero en su visita a Ciudad Victoria, cancha complicadísima en la División de Ascenso y donde los Licántropos mostraron buen orden y manejo de partido, queda claro que cuando Cuauhtémoc Blanco juega la escuadra es otra. Sin embargo, la situación de los Lobos para entrar a la liguilla es tan complicada como la de La Franja, no existe ya margen de error y en casa se debe sumar forzosamente de a tres para intentar colarse al menos como séptimo lugar de la tabla general. La misión no es imposible pero sí complicada, axial es que el viernes en CU se espera un partido de ida y vuelta en el que el triunfo será el único objetivo.
Nosotros, veremos y diremos.
Seguimos en línea.