Para quienes pensaban que la Secretaría de Infraestructura era la cartera natural para catapultar cualquier carrera política, lamento decirles que se equivocaron.
Si bien es cierto que el hoy presidente municipal electo aprovechó el escaparate que representa la poderosa secretaría encargada de toda la obra pública del estado, también es un hecho que esta misma dependencia se puede convertir en el Waterloo de personajes que ignoran los secretos de la construcción.
En esta lógica, todo apunta a que Cabalán Macari terminará convertido en el villano de la segunda parte del sexenio, toda vez que el retraso y la ineficiencia de la obra pública se han convertido en el común denominador de la administración estatal.
En los próximos días, Intolerancia Diario les hará un recuento de un sinfín de obras inconclusas e inoperantes, las cuales fueron anunciadas con bombo y platillo por el gobernador del estado.
A todos los problemas que implica la monopolización de la obra pública habrá que agregar el déficit en el que se encuentra actualmente el gobierno del estado, el cual no tiene dinero ni para pagar a los constructores y proveedores.
Son alarmantes las voces de todas las empresas que están literalmente paradas por no haber recibido el pago por las obras ejecutadas, lo cual aumenta el grado de ineficiencia de la Secretaría de Infraestructura.
A diferencia de los primeros años de bonanza en la obra pública, el día de hoy se hace evidente la falta de recursos para continuar con la dinámica que hizo soñar a muchos que Puebla estaba en vías de convertirse en una ciudad de primer mundo.
Todo indica que el dinero se acabó y que la crisis para Cabalán se acrecentará, toda vez que no existen proyectos de la envergadura de lo visto en los primeros años.
Lo peor de todo es que el endeudamiento del estado a través de las PPS ya sobregiró al estado, por lo que resulta imposible mantener el ritmo de obra pública marcado en la primera parte del sexenio.
A lo anterior hay que agregar que el retraso en las obras de Audi podría cambiar las estrategias de la empresa armadora alemana, la cual tiene serias ofertas de estados vecinos para complementar los servicios periféricos que requiere la nueva planta.
Habría que ver si después de los constantes fracasos del secretario de Infraestructura, éste sigue soñando con la minigubernatura, porque dicen quienes pertenecen al primer círculo que Cabalán Macari ya tiene luz verde para buscar ser el sucesor de su amigo en Casa Puebla.
No quiero ser ave de mal agüero pero, al paso que va, los sueños de Cabalán de habitar la casona de Los Fuertes podrían terminar convertidos en auténticas pesadillas.
Ya lo verán.