1. El jefe del Estado Vaticano, el papa, líder de millones de católicos, hace décadas fue baleado a la vista de sus fieles. Su guardia pretoriana, la suiza, no lo impidió, tampoco la Policía del ministerio del interior, ni la municipal.
2. El tan llorado por los liberales John F. Kennedy fue asesinado en Dallas, Texas, incondicionalmente protegido por el FBI, la CIA, con otras docenas de agencias de seguridad con miles de agentes a su servicio.
3. Reagan, el Thatcher gringo, no fallece después del atentado sufrido, bajo idéntica protección que Kennedy, evidenciando las fallas de seguridad presidenciales.
4. Lo de las torres gemelas en New York, un 11 de septiembre, dicen los de allá que pudo impedirse, sí, las agencias múltiples de seguridad caminaron de acuerdo.
5. Aquí cerca, en la isla de Cuba, con un millón de vecinos armados por el gobierno para la defensa patriótica, el vecindario nacional organizado frustró 66 intentos de asesinato contra el doctor Fidel Castro Ruiz. Los integrantes, comandos militares disfrazados de civiles, fueron apresados, encarcelados o muertos infraganti, escapando solamente (a veces) el piloto de las naves aéreas o acuáticas. Cuando le preguntaban a Fidel sobre ello, invariablemente contestaba: “Me cuida la Virgen del Cobre desde pequeño, y el pueblo cubano organizado”.
6. En Cuba existe la solidaridad en el vecindario nacional, por el “imperium de las Leyes Locales”. Verticalmente, los reglamentos indican las ventajas de ser vecino, pero también las obligaciones. La más enérgica es saber que se pertenece a un conglomerado humano donde el auxilio recíproco o atención médica, educativa, deportiva, de recreación o de seguridad personal o familiar en caso dado es obligado. En caso de no auxiliar al vecino necesitado, el infractor es sancionado enérgicamente.
7. Bajo el Piña-Olayato fueron desaparecidos legalmente las “rondas de los pueblos” formados por vecinos voluntarios que gratuitamente hacían vigilancia en barrios y colonias asumiendo los riesgos del caso. Posteriormente, al sufrir agresiones delictivas, los pueblos fueron reviviendo sin que la autoridad estatal se entere de estos cuerpos vecinales.
8. Hoy la poblanidad está desarmada física e intelectualmente. Los líderes naturales de más de 6 mil secciones —inspectorías, rancherías, aldeas, pueblos y ciudades— no poseen ninguna relación con ninguna autoridad conocida para ellos. Si le agregamos el reino de la insolidaridad, es un páramo donde todos, aunque seamos millones, estamos solos, y algunos creemos que con bardas más altas, cables electrocutadores, alambres de púas o alarmas, la delincuencia será detenida, cuando está probado su dominio en el espacio público. Poblaciones enteras, en tres años, han sido víctimas sin que los vecindarios hayan sido inducidos a la organización para que asuman sus responsabilidades ciudadanas, enriqueciendo este caldo la insatisfacción de la poblanidad por ausencia total de liderazgos.  
 
Nuestra casa
¿Hasta cuándo la autoridad eclesiástica católica entenderá que las bases de los “ángeles palafoxianos”, de Leonardo Nierman, integrados al soberbio espacio atrial, necesitan obligadamente ser de materiales pétreos como el piso del atrio Herreriano? ¿Qué entre decenas de sabihondos que rodean al hombre-pPrimo no hay uno que sepa historia del arte?
 
* Consejero de la Fundación Colosio capítulo Puebla. 
   Asesor de IDEAS ONG’s Internacional