1. Cúpole a nuestra matria archi colonial la honrosa distinción de perder en las elecciones del 2010 en forma notable (que no estrepitosa), para elegir ejecutivo estatal, ayuntamientos 217 y diputaciones locales.
1.1. La derrota no tiene ninguna paternidad notable, toda vez que la suma de los votos de las últimas elecciones de todos los partidos políticos existentes (complicitados contra el PRI-PVEM) arrojaba que perderíamos por 7.08%, según análisis metodizado casilla por casilla del Maestro Romualdo Fernández Montes, con su grupo de estudiosos republicanos.
2. Ahora bien, ¿cómo pudo haberse evitado esta no catástrofe?
2.1. Haciendo una campaña moderna donde predominara la inteligencia de la base sobre la forma antañona de ejecutar solamente las acciones indicadas por la cúpula fáctica en turno, que invariablemente está sobre la cúpula partidaria, aquí en Puebla y donde hemos perdido en todo México.
2.2. Preparando debidamente con anticipación a todos y cada uno de los candidatos en:
a. Lenguaje a usarse.
b. Manejo de mass media (prensa escrita, radio, televisiva e internet).
c. Conocimiento total de la problemática de su territorio.
d. Soluciones inmediatas bajo aprobación de la sociedad municipal, distrital y estatal, discutiendo en todos los foros públicos, abiertos y universales contra los candidatos nacidos del maridaje de la ambición personal.
2.3. Manejo gerencial centralizado bajo pautas programáticas, dejando los caprichos, la improvisación, el mevalemadrismo, el cuatachismo de los recursos humanos, técnicos y económicos.
2.4. Apoyar a todos los candidatos con lealtad republicana, movilizando a los consejos políticos municipales, al Consejo Político Estatal, recurriendo también a la escuela de cuadros y a la Fundación Colosio, además de crear extra estatutos (era la guerra electoral) y alianzas contra los opositores de los opositores.
3. ¿Por qué no se hizo una campaña de esta forma?
Por el aldeanismo mental, acompañado de su ignorancia cultural-ideológica de varios candidatos que ya despachaban como electos por el pueblo, sintiéndose dueños de plazas de trabajo, prebendas, convites y honores, adosado todo ello o combinado a los viajes nacionales o internacionales.
En cuanto a las traiciones, deserciones, deslealtades o infidelidades (¿traición, deserción, deslealtad, infidelidad?) ¿a quién?
Si la amistad necesita, como flor, ser alimentada siempre para no morir, los proyectos sociales nútrense de la masificación de la idea convertida en proyecto, y al priismo cupular le faltó siempre en campaña el proyecto de Estado para el estado.