1. Allá en Quintana Roo, un señor adulto consigue para sí, directa o indirectamente, parejas menores de edad para yacer con ellas. Conducta inapropiada para nuestra moral nacional, aunque vista con naturalidad en otros países.
2. Una periodista y hasta escritora, de nombre Lidia Cacho, llevada por su celo femenino moral, condena tales hechos en un libro, mencionando diversos nombres de posibles co-asociados a la búsqueda de tales placeres ajenos a nuestra cultura. Entre los nombrados se encuentran prestigiados hombres de las cúpulas más importantes de la política y de la administración nacional. Mario Plutarco Marín Torres no se encuentra entre ellos.
3. Uno de los citados como pervertidor de menores radicaba aquí. Hace una denuncia de hechos, logra con sus relaciones económicas y sociales que se libre en tiempo breve la orden de aprehensión contra la que lo difamó como pederasta, y proveyendo recursos materiales ilimitados, van a la voz de ya policías hasta el paradisiaco Quintana Roo, trayendo a la procesada en tiempo record, toda vez que la Procuraduría que es la encargada de estos menesteres legales hasta ahora:
a) No paga horas extras a nadie de sus trabajadores.
b) No tiene vehículos suficientes para la búsqueda, aprehensión o vigilancia contra los delincuentes.
c) Mucho menos otorga medios para comidas, hospedaje e incluso ni gasolina.
4 .Ante el estupor abogadil por la rápida ultra aprehensión de la señora Cacho, toda vez que entre una denuncia y la orden de aprehensión existen meses, la citada es procesada y con sus relaciones en Roma (el DF), responden por ella con una ofensiva mediática para defender su acrisolada e invencible moralidad como trabajadora intelectual preocupada por la practica pederastica.
5. En esos días la Presidencia de la República, neopanista cien por ciento, sabedora de que el estado de México, Veracruz y Puebla son los principales graneros de votos tricolores, dispuso en forma inmediata acciones mediáticas para destruir la imagen personal del autopostulado nuevo Benito Juárez, arrollándolo principalmente con las televisoras, la radio y los columnistas más notorios, los cuales “al alimón” lanzaron sus dardos envenenados atacando la inmoralidad del gobernador poblano, para debilitar la organización priísta en las elecciones.
6. Mario Plutarco Martín Torres, ante el asedio mediático de los amigos del amigo protector de doña Lidia, acompañados por los urdidos presidencialmente con fines electorales, tenía un solo camino: usar los recursos económicos del gobierno que presidía para pagarle a las empresas que lo atacaban o asumir el costo político de su futuro, por la erosión de su imagen personal. Pudo más su matriotismo o el sentido común. Salió validado como pudo del berenjenal publicitario en su contra y continuó su gobierno como invariablemente se practicó durante un sexenio.
Notable es la insidia, la calumnia, la mentira, desplegada por una serie de curas de la más baja estofa intelectual, que contribuyeron notablemente al desprestigio de la imagen personal marinista.
Nuestra casa
El ejercicio cultural de este ayuntamiento no palidece ante los trabajos intelectuales de los dos anteriores trienios. A final de cuentas “cultura es todo lo que el hombre crea” (Jack Lang).