1. Sea generoso con su formación intelectual y lea o relea a los autores mas recios y profundos que escribieron sobre la Revolución mexicana: Francisco I. Madero, John Reed, Ambrose Bierce, Martín Luis Guzmán, Mariano Azuela, John Womack Jr., Adolfo Gilly, Anatole Sulgovsky, Silva Herzog y el autor maldito defenestrado en sus días por su lenguaje brusco y claridoso: Roberto Blanco Moheno.
2. Esta relación enunciativa se enriquecerá pasados los años por discursos más suaves tendientes a olvidar los odios y rencores que, convertidos en matanzas bélicas o en venganzas circunstanciales, arrojaron más de un millón de muertos, de los cuales —naturalmente— la mayoría fueron civiles, a merced de los combatientes y delincuentes.
3. Al triunfo de la causa los antiporfiristas y anticientíficos toman el poder administrativo de esos días, donde aún no existían las instituciones y los señores de la guerra actuaban en sus regiones como barones, duques o condes, y no atendían a un mando central.
4. La inteligencia del “Turco”, Plutárco Elías Calles (antes comerciante en semillas allá en su natal Huatabampo, Sonora), fue demostrada al crear al primer antecesor del PRI, el cual nucleó a tantos magna-jefes, mega-jefes, medios-jefes y mini-jefes, que el “jefe de jefes” organizó con ellos sabiamente un acuerpamiento de todos ellos, y desde ahí, aunque los ignaros en sociología, antropología y psicología lo nieguen, empezó México como país su proceso de crear instituciones que suplantaran a la usualidad bélica.
4.1. Ahora bien, que el desarrollo mexicano sea visto como un proceso largo, lento, azaroso y de muy difícil concreción para mejorar a la población entera es cierto en parte, pero basta con leer la biografía del presidente Plutarco Elías Calles para enterarse de que existió todo un concepto estratégico para convertir a un país feudal en un país de naciente capitalismo, e incluso con pretensiones independentistas del país del norte, que desde sus orígenes siempre tuvo sobre México pretensiones de acaudillamiento. México transitó sobre el mecanismo normal del crecimiento de la humanidad a la cual pertenecemos.
4.2. Los logros consignados en la Constitución General de 1917 parcialmente lograron sus objetivos, gracias al Estado benefactor mexicano, que atendía con política social y no con visión de mercado a la problemática de la sociedad nacional.
5. Desafortunadamente, enviamos como becarios, en afán de mejorarnos, a diversos estudiantes a los EEUU, donde mamaron la idea de cambiar las instituciones criollas por otras conductas pomposamente llamadas políticas públicas, cuyo objetivo esencial era desterrar del patio trasero de los EEUU a la democracia de bienestar social en marcha, por una conducta gubernamental de libre mercado, donde los gobiernos contemplan plácidamente cómo la naturaleza es devastada en sus costas y tierra adentro en nombre de la inversión extranjera y de la reproducción fácil e inmediata del capital invertido.
6. En estos días es necesario que el Gobierno Federal, por los mecanismos mediáticos existentes, genere una “real política informativa para ilustrarnos sobre la Hoja de Ruta Mexicana para el Desarrollo”; en caso de no hacerlo, se corre el riesgo de perder las elecciones federales del 2015, toda vez que la miseria acosa a pueblos y ciudades, acompañada de la inseguridad que nadie puede negar, se encuentre donde se encuentre.
Nuestra casa
La feligresía judeo-occidental cristiana católica apostólica y romana tiene la obligación de mantener con esplendor sus centros ceremoniales, toda vez que también representan la cultura y la dignidad de sus creyentes.