Conforme pasan los días, se acerca la fecha en la que el ombudsman Raúl Plascencia entregue su veredicto sobre la denuncia que pesa sobre Rafael Moreno Valle y su gobierno, por las graves violaciones a los derechos humanos en contra de pobladores de Chalchihuapan.
El problema para el presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos es que el caso Chalchihuapan se presenta justo cuando está por terminar su gestión al frente de este organismo, para el cual tiene la oportunidad de buscar su confirmación en el cargo para un nuevo período.
Lamentablemente para Raúl Plascencia, sus posibilidades reales de obtener el aval del Legislativo federal para continuar en la presidencia de la CNDH son prácticamente nulas.
En los pasillos del Senado es un secreto a voces que Plascencia tiene muy pocas posibilidades de ser ratificado, por lo que ya no tiene otro camino que evitar salir por la puerta de servicio.
En este momento, la encrucijada de Plascencia ya no está en su permanencia, sino en dejar una imagen limpia con lo que será su último resolutivo de relevancia.
El titular de la CNDH sabe que los cuestionamientos y sospechas que se han generado en su contra por la relación que guarda con el gobernador de Puebla lo han puesto en la mira de los medios nacionales, los cuales esperan ansiosos la resolución del caso Chalchihuapan para —en caso de exonerar a su amigo— exhibirlo como un ombudsman enemigo de los derechos humanos. 
Y cómo no pensar en el desprestigio eterno de Plascencia, si existen versiones que apuntan a que desde la CNDH han llegado emisarios a Puebla, para asesorar tanto al procurador Carrancá como a Juan Pablo Piña sobre el sentido que debía seguir la defensa del gobernador y sus funcionarios implicados.
El problema para Raúl Plascencia va más allá de su relación de amistad con el joven Juan Pablo Piña, ya que la verdadera operadora de la defensa es su madre, Patricia Kurzcyn de Piña Olaya, quien trabajó codo con codo con el ombudsman durante siete años en la CNDH.
Así las cosas, la esposa del exgobernador Mariano Piña Olaya opera la defensa morenovallista sabiendo que de una eventual exoneración depende la candidatura a diputado federal de su hijo Juan Pablo y la posibilidad de recuperar los tiempos de poder en Puebla a través del junior.
Ante las presiones de su amiga, la abogada Kurzcyn, el ombudsman deshoja la margarita para decidir si accede a la exoneración de Moreno Valle y se va por la puerta de servicio o si prefiere salir por la puerta grande de la CNDH.
 
La carta secreta de RMV en la CNDH 
Además del presunto respaldo de Plascencia, el gobernador cuenta con una carta secreta para buscar hacer presión entre los consejeros de la CNDH.
Hay que recordar que la CNDH cuenta con un consejo consultivo compuesto por 10 consejeros. Estos consejeros son: 
Alfredo Achar Tussie
Mtra. Mariclaire Acosta Urquidi.
Min. Mariano Azuela Güitrón
Dr. Jorge Bustamante Fernández
Act. Eugenia del Carmen Diez Hidalgo
Lic. Ninfa Delia Domínguez Leal
Dr. Rafael Estrada Michel
Sr. Marcos Fastlicht Sackler
Emb. Carmen Moreno Toscano
Min. Guillermo I. Ortiz Mayagoitia
La clave está en el octavo de la lista: Marcos Fastlicht Sackler, quien no es otro que el papá de Sharon Fastlicht, esposa de Emilio Azcárraga Jean, con quien el gobernador Moreno Valle tiene una añeja relación de amistad y negocios.
Más allá de las jugosas contrataciones de publicidad entre Televisa y el gobierno de Puebla, está la sociedad de Moreno Valle con la familia Azcárraga en la cadena de Hoteles City, en donde sus actas constitutivas y partidas accionarias involucran a varios miembros de ambas familias.
Y aunque jurídicamente, en el caso de Marcos Fastlicht, no tiene una influencia directa en la determinación del ombudsman, en los hechos los miembros del consejo consultivo terminan por ser escuchados.
Afortunadamente, la resolución de la CNDH puede ser impugnada a través del juicio de amparo, en donde la Suprema Corte de Justicia podrá atraer el caso para dar su veredicto final.
Por lo pronto, Chalchihuapan sigue siendo un tormento para el Señor de las Balas.