1. Charlando en la mesa del café con exguerrilleros de verdad, no de mentiritas, hemos precisado que todos y cada uno de los agrupamientos de ciudadanos inconformes con diversas agresiones sociales que les ha inferido el gobierno estatal poseen las mismas características de cualquier sociedad desinformada:
a) Seguramente la inmensa mayoría de los desfilantes del día 18 son ajenos a cualquier lectura periodística, revisteril, radial o televisiva que trate con hondura problemas sociales.
b) Para reforzar lo anterior, todavía hace cinco años leían periódicos el 1.08 por ciento de los mexicanos; se enteraban de algún tipo de noticias del 18 al 22% de radio escuchas; y el resto poblacional tenía acceso informativo solamente por televisión gratuita. ¿Qué periódicos realizan investigaciones; qué programa radial o televisivo no se encuentra sujeto a los compromisos con los gobiernos que pagan publicidad?
c) ¿Quiénes de los manifestantes en diversos batallones ciudadanos, están concientizados? Toda vez que para lograr este calificativo se necesita adquirir información; practicar la comunicación; asumir responsabilidades políticas; ideologizarse tomando acciones concretas intra sociedad, y al final de la senda adquirirían conciencia de su status.
2. Bajo estos antecedentes muchos de los marchistas del 18, seguramente inducidos por sus líderes o representantes incluso los religiosos; así como por diversos compromisos e intereses (entre ellos, uno de los dominantes fueron priistas), son votantes de una masa del 48% (toda vez que la abstención ciudadana fue del 52%), cuando el priismo seguidor de Javier López Zavala fue derrotado en el 2010 por una coalición de partidos sin origen ni destino, que detuvo el progreso social que ya teníamos encaminado.
3. “Como las cosas son como son y no como deben ser”, admitamos que los daños sociales inferidos por el poder ejecutivo coasociado con el ex Legislativo y con el actual han sido tan profundos que el pueblo en general se siente afectado, y muestra su desafecto en las calles para disminuir la intensidad de su furia interna personal.
4. Una masa politizada hubiera acudido a la Comisión Nacional de Derechos Humanos a denunciar las tropelías de representantes populares, aprobadores unánimes por mandato superior de leyes que agreden a una población sin empleo, sin seguridad física, sin alternativas para resolver a mediano plazo sus problemas de subsistencia, con las agravantes de una carencia total de planeación para el desarrollo en cualquiera de sus municipios, en graciosa imitación de lo que se vive a nivel estatal.
5. La marcha del 18/IX/2014 nos muestra a todos los supuestamente politizados lo que Lenin decía en sus exilios a principios del siglo XX: “Los pueblos soportan con demencia cualquier gobierno que los oprime; pero hay un momento en que sus gobernantes descuidan por comodidad los hilos de seda frágil que mantienen el estado de cosas; y en ese momento las masas adquieren conciencia de su fuerza, y se liberan a costa de lo que sea, toda vez que al final lo único que pueden perder son sus cadenas”.
Nuestra casa
Decía Paco Ignacio Taibo I que los poblanos de esta ciudad son como son, pues cuidaban con celo Oteliano, a sus mujeres, impidiendo que los vendedores que desembarcaban en Acapulco, de paso hacia la capital de la Nueva España, entraban a sus casas. El texto se llama Fuga, Hierro y Fuego.