1.- Para los privilegiados del mundo entero que viajan, el pago de taxis les es común o quizás indiferente; pues las agencias revuelven todo.
1.1.- Antes de que el lector salga en su viaje programado la agencia de viajes contratada le hará entrega de sus visas, boletos o claves de avión, además de un fajo de bauches o talones, para que destino a destino los vaya entregando por hospedaje, o paseos pactados.
2.- Pero si viaja usted como muchos poblanos con gastos no suntuarios, sino acomodados a un egreso diario fijado por su empresa o caudal personal, chillará —me han contado—; cuando pague en cualquier hotel gringo o europeo, los impuestos federales, los estatales, los del condado —municipio— y los de la ciudad. Todos ellos son inconmutables. Se pagan por que se pagan.
3.- Lo que hagan los países anfitriones con esos cuantiosos recursos es harina de otro costal, aquí México-Puebla “que no es isla ni planeta aparte del país” (Jorge Murad Macluf), necesitaba como medicina urgente para continuar su evolución natural como pueblo, sujetarse a una rígida planeación convirtiendo lo recaudatorio en inversión, no en gasto público, o derroche empresarial.
4.- Necesitamos para ello, que los contribuyentes propietarios de bienes turísticos, se organicen democráticamente en agrupaciones ciudadanas que obtengan de los gobiernos reconocimiento con respeto para sus tareas productivas. Una vez obtenida la representación ante los gobiernos, ambas partes signarán un documento de inversión con fondos provenientes del impuesto del hospedaje, para:
a).- Crear la Marca Puebla de uso empresarial.
b).- Difundir previo análisis mercadológico en los nichos de mercado de todo el mundo, la marca querúbica.
c).- Analizar con expertos traídos ex profeso de países hermanos exitosos en todos los tipos de turismo, la vinculación geográfica para vincular a Latino América en forma total mediante redes turísticas especializadas, donde Puebla por ejemplo, desde su centro histórico pueda exportar turistas a otros centros históricos latinoamericanos.
5.- Permitir que los caprichos autoritarios de quienes sean, autoridades o particulares, donde estén, dispongan según los gastos que tengan en la panza recursos $$$ útiles para el crecimiento del sector, derrochándolos en carteles pendejeros, o viajes de estudio de recomendados, no es aceptable.
Aquí como decía mi abuela Juana Segbe Saade: “chatos, lo del agua, al agua”.
6.- La aportación del impuesto de hospedaje proveniente de los propietarios de los bienes turísticos, debe ser conocida socialmente, para que los ciudadanos del común aportemos nuestro esfuerzo como anfitriones ayudando en la orientación de los llegados, y particularmente apoyándolos si lo requieren en cualquier circunstancia.
6.1.- Solo así lograremos la llegada de turistas que inunden nuestros hoteles, restaurantes, tiendas de artesanías, bares, cantinas y museos. La industria sin chimeneas no es para improvisados cuando menos eso afirman los manuales.
Nuestra casa
Siguen llegando los marginados de estados vecinos en busca de pan. La poblanidad tiene todavía entre sus valores la caridad, deseable que nunca se pierda.