1.- Para entender los graves problemas que confrontan en este momento 8 millones de productores de caña de azúcar, mismos que todavía hace una década eran doce, necesitamos introducirnos a las ideas de desarrollo capitalista aplicado en un capitalismo periférico o atrasado en relación a Estados Unidos, Japón, Italia, Francia, o la más nueva inclusión en ese sistema productivo que es China.
1.1.- Nuestros gobernantes a partir de Miguel de la Madrid Hurtado, educados en el modelo neoliberal donde el mercado debe estar sobre el bienestar social, se dedicaron en cuerpo y alma a desmontar a un precario Estado Benefactor Mexicano.
1.2.- Fue así como después de nacionalizar y de expropiar para el bien común de carácter nacional, se han regresado las tierras, y las grandes concesiones mineras a los extranjeros. A propósito y hasta con saña por el odio al sindicalismo ferrocarrilero, fue destruido el sistema de movilidad y transporte de carga, entregándole a los particulares dueños de grandes capitales los ramales de vías férreas más productivos en ganancia. Igual caso acontece con la diaria entrega de la industria eléctrica y de las comunicaciones.
2.- En el año 2001, el gobierno federal expropió los más de 50 existentes ingenios cañeros, a los propietarios todos particulares, pues las empresas estaban totalmente quebradas bien por desconocimiento de esta rama productiva que exige hartos conocimientos que no se encuentran en ningún texto ni manual hasta ahora de universidad alguna, o existían lagunas de competencia administrativa para colocar el azúcar en sus mercados regionales, en el nacional o bien producir para la exportación.
3.- El ejemplo más vistoso para el lector es cuando los dueños totalmente alejados de la producción azucarera, toman sitio en su propiedad, y despiden a diversos trabajadores de laboratorio de análisis de los elementos obtenidos de la caña de azúcar, y ahí donde se producía azúcar blanca, ésta salía obscura por la novatez de los nuevos trabajadores de laboratorio.
4.- Naturalmente que con sentido común fueron recontratados oportunamente los antiguos trabajadores de práctica productiva en laboratorio, los cuales a final de cuentas debidamente recompensados, otorgaron sus experiencias a los recién llegados, y el azúcar blanca empezó a ser producida otra vez.
Ejemplos como estos llenarían varios libros.
Nuestra casa
El calor asuela nuestras calles; el transeúnte o viandante suda, y suda más el que utiliza a las novísimas prendas de textiles anti naturales, mientras que los usufructuarios del algodón o de lino, gozan el paseo solar.