La radicalización de las campañas, la mano negra de la maquinaria estatal y la guerra sucia en la que han caído los aspirantes en algunos distritos electorales están llevando a las elecciones a judicialización.
De tal forma, que el INE y el Trife podrían convertirse en los grandes electores en este 2015, ya que la nueva ley ha sido violada por la gran mayoría de los candidatos y las sanciones aún brillan por su ausencia.
Como van las cosas, los límites en los gastos de campaña serán el principal motivo de las anulaciones o las descalificaciones entre candidatos, ya que tanto los partidos y los candidatos han cometido graves errores con los topes de campaña
Para muestra, los actos anticipados de campaña y el uso de recursos públicos, sin que el árbitro electoral haya tomado cartas sobre el asunto.
En Puebla, el distrito donde más denuncias existen es en Tepeaca, tanto el candidato del PAN y del PRI se están dando con todo y la autoridad hace caso omiso.
Y los focos rojos ya también se prendieron en Teziutlán y los distritos de la capital.
Las campañas para la elección de 16 diputados federales se polarizan. El PRI denuncia mano negra en el municipio de Teziutlán. En Puebla capital, Víctor Manuel Giorgana denunció la alteraron de sus bardas suyas y la colocación de pendones falsos para buscarle una sanción.
Incluso, Nancy de la Sierra Arámburo, candidata de diputada federal por el distrito 3, amagó con la suspensión de sus actos de proselitismo ante la presencia de un grupo de personas tapándose el rostro con cubre-bocas y frente a su casa de campaña, presuntamente pagadas por el presidente municipal de Teziutlán, Antonio Vázquez Hernández.
A través de su cuenta de Twitter, la candidata informó que a partir de este día suspendió sus actividades de campaña luego de que Vázquez Hernández envió gente con el rostro cubierto para que estuviera frente a sus oficinas intimidándola.
Por su parte, Víctor Manuel Giorgana enumeró una serie de lugares donde colocaron pendones “piratas”, la mayoría se ubica en postes del alumbrado público.
En ese sentido, no sería nada extraño que en tres o cuatro de los 16 distritos se revoquen los resultados y hasta se repitan elecciones. Sobre todo por nuevas reglas electorales.
La judicialización de la elección se va a dar en todo el país, principalmente en los distritos más competidos.
En esta incipiente democracia, ante esta pugna legal, la balanza se va a inclinar en favor del partido que tenga más alfiles en el INE y en el Trife.
Así que después del 7 de junio, vamos a ver qué partido hizo mejor la tarea para inclinar la balanza a su favor.