En agosto de 2014 cuando este reportero dejó la dirección general del diario Somos Noticia, el director del periódico Cambio, Arturo Rueda ofreció generoso un espacio para publicar la Parabólica que usted lee mientras encontraba acomodo, me dijo. 
Un gesto que agradecí en medio de la repetida escena del periodista (en este caso yo) sin medio alguno ni plataforma para publicar su trabajo por decisiones que nada tienen que ver con el trabajo periodístico. 
Ya había por fortuna otras propuestas como El Popular, bajo la coordinación de Ignacio Juárez; Intolerancia Diario, de Enrique Núñez; y e-consulta, de Rodolfo Ruiz, periodistas a quienes también les vivo agradecido.
Al director del periódico Cambio le he reconocido textos extraordinarios por el contenido, el enfoque y la prosa. Es ágil, es puntual y mordaz.
No puedo sino esperar que del trance en el que se encuentra tras la revelación del video en donde aparece con el candidato del PRI a diputado federal, Jorge Estefan Chidiac, salga bien librado.
“Al que sin derecho obligue a otro a dar, hacer, dejar de hacer o tolerar algo, obteniendo un lucro para sí o para otro o causando a alguien un perjuicio patrimonial, se le aplicarán de dos a ocho años de prisión y de cuarenta a ciento sesenta días multa”, dice el artículo del Código Penal Federal. Rueda es abogado y debe saberlo.  
Podemos estar o no de acuerdo con la forma de hacer periodismo con el autor de la columna Tiempos de Nigromante, pero su pluma es una referencia obligada en el escenario público. 
Hoy que la defensa de Rueda parece una acción políticamente incorrecta hay que apostar porque la indagatoria de la Procuraduría General de la República (PGR) despliegue un trabajo profesional, escrupuloso y apegado a todo rigor.
Y aunque la línea de tiempo de la pieza subida ayer al sitio YouTube parece prueba contumaz que sustancia de la acusación del priista, lo más sensato será esperar la conclusión del caso. Adelantar vísperas o ganar primicias en el ejercicio del oficio se vuelve divisa obligada.
Una asignatura no deberá perderse de vista independiente del desenlace de este episodio que envuelve sin duda al periodismo poblano en el que estamos todos los practicantes del oficio. 
Ejercer la libertad para informar es contrapeso único frente a regímenes absolutistas como el que corre con el panista Rafael Moreno Valle a la cabeza; el que se fue, con el priista Mario Marín; o el que venga en el futuro inmediato, apenas haya terminado la elección del domingo 7 de junio. Lo que se ve no se juzga. 
Para ser periodista hay que ser buena persona ante todo, decía la máxima de Ryszard Kapu?ci?ski. Los que viven los menesteres reporteriles de todos los días deberán entender que en medio de la simplicidad de la cita hay una profunda y necesaria discusión.

En el sótano…

1.- Rafael Micalco en la tablita. Colocado en el ángulo de tiro del morenovallismo el dirigente del PAN en Puebla está por jugar su última carta. Peleará su permanencia de tres años, periodo para el que fue elegido por la militancia en franca rebeldía al status quo del momento, que lo quiere fuera a partir de agosto próximo.

2.- Sentido común. De entre los puntos que este miércoles será abordado por el rector de la BUAP, Alfonso Esparza en la sesión del Consejo Universitario es reducir los costos económicos de cuotas por diversos trámites escolares en una universidad que es pública por definición. La decisión era pertinente y necesaria.

3.- Nada de Abel ni Caín. El matrimonio formado ahora por el notario Mario Montero Rosano y la conductora Nayeli Salvatori difundido con intensidad en redes sociales el fin de semana vino acompañado de la recomposición familiar con la directora de Grupo Tribuna, Ana Patricia Montero Rosano, hermana del marido.
Todo mientras Nay Salvatori sigue su propia hoja de ruta con el proyecto radiofónico a través de la web naysalvatori.com, lo que la convierte en otro de los talentos que deciden incursionar en el medio independiente al margen de las plataformas de comunicación tradicionales. 
Felicidades.