La previsión de los panistas tradicionales de que la elección en Atlixco será un desastre para su causa se cumple al pie de la letra de acuerdo con cifras que ponen al abanderado del PRI-PVEM al distrito 13, Juan Manuel Celis Aguirre, 34 puntos arriba, el equivalente a dos por uno, de su contrincante de Acción Nacional (PAN), quien llegó a su punto máximo de crecimiento estimado, sin poder dar pelea real al exdirigente del antorchismo en Puebla.
Las divisiones y conflictos intestinos del panismo en esa región, una de las zonas más blanquiazules del estado, terminaron por menguar su potencial electoral y, en contraparte, el Movimiento Antorchista y su abanderado Celis, quien comenzó la campaña con algunos críticos y amagos de fractura en el tricolor, pudo sumar a fuerzas del Revolucionario Institucional, que hoy hacen campaña con ellos, además del Partido Verde.
Otro asunto que fortalece la llegada de Juan Manuel Celis Aguirre a una curul de la LXIII Legislatura de la Cámara de Diputados es la dispersión de los sufragios opositores al tricolor y, eventualmente, ajenos a la sólida estructura del antorchismo en la zona.
De acuerdo con el análisis que tienen en sus manos los contendientes, ninguno de los partidos considerados pequeños alcanza de sí más allá de 8 por ciento, que tiene el Movimiento Regeneración Nacional (Morena). Es más, por debajo del partido de Andrés Manuel López Obrador, el más cercano es el PRD; con apenas 3 puntos y de ahí, hay quienes ni siquiera registran al menos un puntito completo.
Además, la elección de Atlixco representa una suma al refrendo de lo que ha sido desde hace algunas elecciones considerado un corredor seguro en las urnas para el tricolor, pues desde las elecciones de 2009, luego en la de 2012 y la actual, el PRI representa en el Palacio Legislativo de San Lázaro a los ciudadanos de la región de la ciudad llamada de “la eterna primavera”, la zona de Izúcar-Acatlán-Chiautla de Tapia y su control llega a la Mixteca alta, dándola vuelta, a Ajalpan.
En este sentido, Celis Aguirre —quien en principio se pensaba que iría por la vía plurinominal, la que finalmente fue para su correligionaria de partido y de movimiento, Hersilia Córdova—, es con el triunfo que parece hoy inexorable, la punta de lanza de la herradura que el PRI dibuja desde el centro al sur de la entidad y hacia el sur por las dos mixtecas.
Con la confirmación de este triunfo, el distrito 13 Celis Aguirre refrendará la diputación que hoy tiene todavía y hasta el 31 de agosto, la tricolor Rocío García Olmedo y que antes tuvo su correligionaria Isabel Merlo Talavera.
Luego, en el distrito 14, en donde Jorge Estefan Chidiac va a una victoria segura, refrendará la curul que hoy tiene el también priista Javier Filiberto Guevara y antes tuvo Alberto Jiménez Merino, actual delegado de la Sagarpa.
Y finalmente, en el distrito 16, la también antorchista Edith Villa Trujillo dará la tercera curul de esa demarcación —que es la de más reciente creación luego de la redistritación de 2008—, refrendará la representación que hoy tiene el priista y también miembro del antorchismo, Lisandro Campo, y antes tuvo la hoy difunta maestra Julieta Marín.
El triunfo del tricolor en la herradura de la mixteca
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