Sólo la mala entraña, el empecinamiento político o ambas circunstancias encaminadas a terminar con la vida del insumiso Rubén Sarabia, Simitrio, explica la negativa desde el gobierno del estado de Puebla para llevar asistencia médica adecuada en su celda, en el Cereso de San Miguel.
Consultado por el reportero acerca del cuadro, que de acuerdo con sus familiares presenta, el único hombre que ha enfrentado desde el activismo a por los menos cinco gobernadores —desde Mariano Piña Olaya hasta Rafael Moreno Valle—, el médico especialista Rubén Cerón confirmó de los riesgos que enfrenta este preso político.
Imposibilitado para tener acceso a un diagnóstico médico que confirme la preexistencia de várices esofágicas, plaquetas bajas y reducción del funcionamiento del hígado hasta un 45 por ciento, aventura una hipótesis que confirmó otro especialista: se trata de cirrosis hepática.
El padecimiento descrito por dos fuentes autorizadas no solo tiene su origen en la ingesta excesiva de alcohol como suele suponerse en automático, sino por una contaminación viral que le podría asegurar una larga muerte a quien ha dirigido de manera presencial o a la distancia, la combativa Unión Popular de Vendedores Ambulantes 28 de Octubre.
“No morirá la próxima semana” me dice uno de los galenos acerca del efecto del padecimiento que de acuerdo con diversos estudios, se ubica entre el 5º y 6º lugar en cobrar vidas en México.
El riesgo al que es sometido desde el poder a Simitrio, uno de los presos políticos que existen en la administración del panista Rafael Moreno Valle es temido entre los seguidores de este y otros activistas que han visto interrumpida la interlocución con la Secretaría General de Gobierno y su inoperante encargado de despacho, Jorge Cruz Bermúdez.
A mediados de junio de 2014 murió en su celda Delfino Flores Melga, un viejo luchador social que al momento de perder la vida en su encierro tenía 90 años de edad, lo que le habría permitido purgar la pena en un encierro domiciliario, merced de la quebrantada salud del nonagenario.
Nada movió un ápice el gesto adusto del presidente del Tribunal Superior de Justicia, Roberto Flores Toledano que ya tenía sobre su escritorio la información de la particular circunstancia del hombre que había dedicado su vida a la organización de menesterosos para hacerse de una vivienda, a través de métodos discutibles, que nunca llegaron al grado de terminar con la vida de una persona.
La organización que tiene en Rubén Sarabia a un líder moral decidió levantar ayer a las 17:00 horas el plantón que mantenían en el primer cuadro de la ciudad. Por el bien del individuo que permanece vulnerable y en riesgo padecer una larga agonía, habrá que esperar haya un gesto humano en esta administración caracterizada por la ausencia de ello. Las muestras están a la vista del país entero, todos los días.
En el sótano…
1.- Martha Erika Alonso de Moreno Valle, esposa del gobernador y candidata a secretaria general del PAN poblano, ayer en entrevista con el periodista Ricardo Morales: Démosle la vuelta a la hoja de los agravios.
2.- Luis Videgaray, el secretario de Hacienda, nombró a Pedro Pablo Treviño en la Dirección Nacional de la Lotería Nacional y Pronósticos para la Asistencia Privada, de la que había sido encargado eficiente Javier Casique como coordinador de Asesores, desde que María Esther Sherman salió para ser diputada federal del PRI.
3.- La moneda está en el aire. Casique Zárate conoce la poblanidad y su círculo rojo. Ha trabajado por años al lado de Enrique Doger, aspirante a la candidatura priista al gobierno del estado. Versiones periodísticas lo ubican en una nueva causa: la del PAN. ¿Seguirá ahí?