Dilación y parcialidad han distinguido el proceso de impugnación al método para la renovación de la dirigencia estatal del Partido Acción Nacional en Puebla, cuya planilla única es la que encabezan Jesús Giles Carmona como presidente y Martha Erika Alonso de Moreno Valle, como secretaria general.
Decidido a conducir esta etapa de sucesión por los canales adecuados, el comité estatal que aún preside Rafael Micaldo Méndez decidió recurrir a instancias partidistas para impugnar la convocatoria que a principios de septiembre emitió de manera supletoria el CEN albiazul.
La Comisión Jurisdiccional, el cual preside Víctor Hugo Sondón, había expresado que el recurso había llegado tarde, el 8 de septiembre. 
En realidad se trata de un argumento leguleyo que le da la vuelta a la ley en la materia que estipula que debe resolver si la impugnación a la emisión de la convocatoria desde el CEN panista de Ricardo Anaya tenía lugar o no.
La conducta del órgano intrapartidista forma parte del contexto en el que Acción Nacional vive un profundo proceso de descomposición al que no es ajeno el militante distinguido, ortodoxo, doctrinario.
Ernesto Ruffo Appel dijo la víspera al sitio de noticias SinEmbargo.mx que en menos de diez años “el PAN se convirtió en una agencia para dar chamba a todo tipo de personas, desde quienes creían en el proyecto hasta quienes lo buscaban su propio beneficio”.
No lo dijo con nombre y apellido pero ahí cabe la corriente que lidera el gobernador de Puebla y su corte camuflada de azul desde que se convirtieron en gobierno, hace cinco años.  
Consecuencias de ese desdibujamiento moral que se vive en el PAN de Ricardo Anaya y Rafael Moreno Valle se observa en renuncias como el de Ana Teresa Aranda, que llegó a ocupar cargos en los gabinetes de los primeros panistas en la Presidencia de México, como Vicente Fox y Felipe Calderón.
El área jurídica del PAN estatal ha considerado como “dolosa” la actitud asumida por el órgano interno responsable de dirimir ese tipo de diferendos. Pero al mismo tiempo la sala regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) por haber considerado ese recurso como materia del órgano interno partidista.
Así la comisión organizadora de una elección convertida en la gran simulación democrática esta lista para la “jornada electoral” del domingo 18 para ungir a la fórmula integrada por un filo morenovallista como Jesús Giles Carmona y a la esposa del propio mandatario estatal, que saltó a la escena política desde el ámbito marital. 
Difícil imaginar a los doctrinarios en el PAN levantando la mano a una dirigencia que carece de autoridad moral y política. Más aún si de suyo es ilegítima por el ninguneo de las instancias endógenas y externas, temerosas de enderezar el camino torcido de la vida panista en estos tiempos.