Esta semana quedará inscrita en la historia como el periodo donde Rafael Moreno Valle habrá sido evidenciado como el actor político hábil para los pactos oscuros con poderes facticos, pero incapaz de abrir el diálogo con actores de peso e influencia notable ante nuevos paradigmas.
De suyo sabido su propósito de convertirse en candidato presidencial del Partido Acción Nacional en 2018, se trata en realidad de un actor político de viejo cuño y prácticas obsoletas que en nada sirven a las sociedades abiertas, participativas y demandantes.
La muestra no sólo quedará en el imaginario de la clase política de la aldea, o en el contexto nacional. El despropósito que rodea a ese personaje tendrá alcances más allá de las fronteras del país con el inicio de los trabajos de la Cumbre Global por la Alianza Global de un Gobierno Abierto (OGP, por sus siglas en inglés), en la Ciudad de México este miércoles.
Del conjunto de estados del país que incumplieron las acciones para alcanzar la máxima publicidad en materia de políticas públicas en consonancia con la sociedad civil, que incluye a organizaciones no gubernamentales incómodas, destaca el gobierno de Puebla, que terminó siendo echado de ese plan global.
No es asunto menor. Der acuerdo con Miguel Ruiz Cabañas, subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de Relaciones Exteriores, se trata de “contar con instituciones más incluyentes, más transparentes, y sobre todo, más efectivas para atender las demandas de la población”.
La temática de la que ya no podrá ser partícipe la administración de Moreno Valle es “Apertura para todos: Gobierno abierto como facilitador del desarrollo Sostenible.
Desde junio de este año, el reportero Ernesto Aroche ya había narrado desde las páginas de La Jornada de Oriente la decisión de la OGP de dejar fuera de la plataforma al gobierno poblano, quien junto con el de Coahuila habían limitado a un puñado de amigos para trabajar en las acciones de apertura y transparencia gubernamental.
Renata Terrazas Tapia, investigadora del Centro de Análisis e Investigación (Fundar) dijo que a diferencia de Coahuila que corrigió en el camino, Puebla cerró la convocatoria. “Si llegara a desarrollar una estrategia de gobierno abierto estaría avalada por nadie; sería un ejercicio entre cuates para aplaudirle a los cuates”, narra el reportero Aroche.
Como primer punto de la agenda de la Cumbre Mundial por una Alianza de un Gobierno Abierto está la reunión a la que fueron convocadas las organizaciones de la sociedad civil que participan en la plataforma.
El caso Puebla no faltará en las discusiones, como tampoco estar ausente los días jueves y viernes ya con las entidades gubernamentales que integran este esfuerzo al que convocó desde hace cuatro años Barack Obama, de Estaos Unidos y Dilma Roussef, de Brasil y del que México es presidente por este año.
Es en ese escaparate donde el gobierno de la alternancia en Puebla reprobó en materia de transparencia, acceso a la información pública y datos personales. Así se perdió la oportunidad del nuevo paradigma.
Puebla, un gobierno cerrado para el mundo
PUBLICIDAD