In memoriam 

a Gerardo

Cepeda Cárdenas.

1.- El pueblo mexicano administrada su riqueza por el gobierno federal es el propietario de las hectáreas del Cerro Colorado, donde se encuentra “La Mesa”, bautizada por el llorado Mundo Lado Sanz en 1993 como: “La Ciudad del Sol”, nombre que pocos usamos al referirnos a los vestigios arqueológicos que deberían proporcionar no solo Puebla, sino a México millones de pesos mexicanos anuales en la industria turística.

2.- “La Mesa” está a cargo de competentes recursos humanos especializados. Bastaría que se le diesen apoyos institucionales para iniciar el motor más poderoso y futuro de la región tehuacanera, en lo que a turismo especializado en arqueología se refiera.

3.- El INAH depende de CONACULTA y esta secretaría impulsora de la cultura nacional tiene tanta responsabilidad como la Secretaría de Turismo Federal, para que el ayuntamiento tehuacanero logre concretar en acciones sus ideas sobre “La Mesa”.  Sin dejar de lado los apoyos obligados que dicte llegado el caso el Gobernador del estado.

3.1.- Desafortunadamente los ayuntamientos tehuacaneros hasta la fecha, a excepción del hombre de negocios llamado Mundo Lado Sanz, poseen una total ignorancia en este campo del desarrollo social.

4.- Una acción específica municipal, independiente de donde provengan los recursos, es que “La Ciudad del Sol” podrá ser gozada con dignidad por sus visitantes, sin ofender ni dañar sus construcciones si se aplica el modelo Cacaxtla en Tlaxcala; donde el caminar se hace sobre una estructura sin tocar ni mucho menos dañar lo edificado.

4.1.- Ello implica invertir en una estructura de madera o de plástico con alto diseño para poder maravillarse cómodamente.

4.2.- Medidas como éstas son necesarias para evitar a mediano y largo plazo pérdidas patrimoniales insuperables, (como ya empiezan a ser preocupación de los arqueólogos), como en Mitla, y Monte Albán en Oaxaca; y Teotihuacán en el estado de México.

4.3.- Anotemos algunas aportaciones de la sociedad y del ayuntamiento:

¿Cómo un ayuntamiento como el tehuacanero puede contribuir a la generación de riqueza en la región mediante el turismo?

A.1.- Aportando un convenio de incondicional colaboración con el INAH, y las secretarías de turismo y de educación, para repartirse funciones, cargas de trabajo y apoyos concretos.

C.1.- El INAH proporcionaría la custodia del sitio.

C.2.- Como la superficie de la zona es muy grande el ayuntamiento debería procurar la vigilancia diurna y nocturna.

C.3.- El ayuntamiento compraría para la propiedad municipal, las hectáreas necesarias para el museo de sitio, el estacionamiento, los servicios sanitarios generales, las tiendas e instalaciones de alimentos, locales de artesanías, las oficinas administrativas y los talleres especializados; es más en caso de ser un ayuntamiento honesto procuraría abrirse a los inversionistas locales para que ellos proporcionarán lo necesario $$$.

C.3.A.- El ayuntamiento como amigable componedor propusiera y consiguiera también, entre los capitalistas locales, el capital necesario para desarrollar la infraestructura señalada en C.3.

C.4.- A mediano plazo es necesario considerar la construcción de una vía pavimentada de acceso que rematase en un estacionamiento que ya sirva de comunicación óptima para el turismo.  El ayuntamiento haría un simple trámite para usar el área lateral del río pluvial.

C.4.A.- La opción también como en C.3.A es la inversión privada.

C.5.- A plazo inmediato es necesario que gobierno y sociedad contemple la creación de un patronato que busque y obtenga recursos para apoyar los trabajos que realice el INAH en asociación con el ayuntamiento, los prestadores de servicios, los capitalistas locales, las universidades públicas y privadas por medio de las carreras vinculadas al turismo, deben estar integradas.

C.6.- Como labor específica y en vinculación con la CORDE, el ayuntamiento puede realizar un concurso entre los catedráticos y maestros de los diferentes niveles de educación; así como de los integrantes de las diferentes universidades establecidas en Tehuacán sobre la historia regional del último período prehispánico.

C.7.- O bien encargar a los arqueólogos una breve reseña de la prehistoria de Tehuacán y de la llegada a los nonohualcas a la zona.

C.8.- Historia que puede ser difundida posteriormente a todos los niveles de educación y que sirva de base del conocimiento del tesoro que tienen las gentes de Tehuacán con la zona arqueológica recién descubierta.

C.9.- Por otro lado, es necesario ya que se tenga una inversión oficial de los monumentos arqueológicos y del papel que juegan en la historia regional, en la historia de Puebla y en la historia nacional.  De tal manera que se inicie un proceso de difusión en los tres niveles de educación: primaria, media y superior, que permita al mismo tiempo el preparar guías locales para la zona arqueológica y para los diferentes monumentos de la capital regional de Tehuacán.

C.10.- Lograr la difusión del sitio se debe pensar que en el convenio se establezcan las bases necesarias para la obtención de fotografías publicitarias y la fabricación de carteles alusivos para captar turismo.

C.11.-Es necesario contemplar bajo convenio con los inversores particulares, la edificación de cabañas o palapas que impulsen el turismo estudiantil y el popular, que es de escasos recursos económicos.  Especial atención debe darse al área de campamento para el turismo denominado “mochilero”.

C.12.- Los estudiantes volverán tarde que, temprano acompañando a sus familias, y los turistas de corte popular contribuirán a crear la imagen de leyenda de la Ciudad del Sol.

C.13.- El ayuntamiento debe prestar a los dueños de autobuses de todo tipo la información, la capacitación y el adiestramiento para diseñar y ejecutar paquetes turísticos económicos, y ofertarlos en nuestra entidad y con los vecinos estados de: Oaxaca, Veracruz y Tlaxcala.

C.14.- Colocar carteles alusivos a su zona arqueológica en la parte trasera de sus autobuses urbanos, para que la población local despierte y tenga conciencia de su patrimonio cultural.

NUESTRA CASA

“Puebla no es isla ni planeta aparte de México”.   El autor es el ausente Jorge Murad Macluf.  Lo que pase en las fronteras, en las playas de ambos océanos, y en dos millones de kilómetros cuadrados es nuestro.